Este 18 de enero se acaban de cumplir 150 años del nacimiento de Félix Rubén García Sarmiento, más conocido como Rubén Darío, el enorme poeta modernista. Mientras en España los profesores nacionalistas se alían contra la lengua común, nuestros vates de plantilla han querido rendir humilde tributo a quien tan bien supo servir a ese idioma fascista y opresor.
Pues eso, que usando los metros inmortales del maestro nicaragüense, nuestros poetas van a confrontar los retratos de dos de los personajes que se jugarán en fechas próximas el liderato del PSOE. Fray Josepho defenderá a Susana Díaz y Monsieur de Sans-Foy abogará por su paisano Patxi López. Lamentablemente, Pedro Sánchez no tiene quien le escriba.
En fin, que aquí tienen, en estilo rubeniano, este duelo en la cumbre.
SONATINA
por Fray Josepho
La Susana está ansiosa, quiere ser lideresa.
Y el espejo le dice: "Susanita, estás gruesa:
varios quilos sin duda deberías perder.
Y aunque lleves tres años gobernando la Unta,
se te nota en la cara (un pelín cejijunta)
la ambición indomable de buscar más poder".
Quiere ser dirigente del partido sociata.
Y el espejo le dice: "No introduzcas la pata,
no te turbe la prisa, no te pierda el ardor.
No te gastes en duelos con el Pedro y el Patxi,
porque tú eres más fuerte, porque tú eres más chachi,
porque tú eres más chula, porque tú eres mejor".
Susanita se afana congregando a su tropa.
Y el espejo le dice: "Nada y guarda la ropa,
y no muestres tus cartas, cual taimado tahúr.
Ten cuidado y prevente, que te van a dar caña.
Y además, Susanita, ten en cuenta que España
es un poco más grande que tu finca del Sur".
LO FATAL
por Monsieur de Sans-Foy
Dichoso el rostro que es apenas sensitivo,
y más la cara dura, porque ésa ya no siente,
pues no hay un don mejor que el talento instintivo
de vender a mil duros lo que no vale veinte.
Ser, y no saber nada... Como habrán descubierto,
Pachi López se llama su leal servidor.
Se le ve muy seguro de llevarles al huerto
con la firme promesa de un futuro mejor.
He de hallar la manera de parar a Susana...
que esta pava nos come, como no la paremos.
De extrañar no sería que una fría mañana,
ya quizá no lejana...
se los coma Podemos.