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Aviso a Obama: el apaciguamiento nunca funciona

Se trata de una farsa de proporciones históricas. Y parece que esta Administración está dispuesta a creérsela.

Winston Churchill dijo una vez: "Un apaciguador es alguien que alimenta a un cocodrilo con la esperanza de ser el último al que se coma". EEUU ha estado negociando un acuerdo que dejará a Irán (al que el Departamento de Estado denomina como el principal patrocinador del terrorismo internacional) a las puertas de convertirse en un Estado con capacidad nuclear.

Es una política no sólo mala sino extremadamente peligrosa. Y más tratándose de un país cuyos líderes son maestros del juego diplomático, donde la dilación y el engaño son herramientas tradicionales.

La propuesta de "acercamiento" expresada por el ministro de Exteriores iraní no aborda la preocupación más importante para Estados Unidos, ya que de hacerlo dejaría las cerca de 20.000 centrifugadoras de Irán sin utilidad. Increíblemente, según la propuesta sobre la que están hablando ahora Estados Unidos e Irán, Teherán no haría sino congelar lo que ya tiene.

No hay una sola mención al desmantelamiento. Cero. Nada de nada.

Y a cambio de no hacer nada los iraníes exigen el levantamiento total de las sanciones. "Nuestra tecnología nuclear no entra en las negociaciones", declaró recientemente el presidente Ruhaní.

Así que así están las cosas: ofrecemos un levantamiento de las sanciones e Irán no hace nada. No da marcha atrás en su programa nuclear. Ni siquiera lo frena. Simplemente lo pone en pausa. Otra vez. Luego, en un mes, un año o cuando sea, continuará donde lo dejó y reanudará la carrera hasta alcanzar su meta.

Se trata de una farsa de proporciones históricas. Y parece que esta Administración está dispuesta a creérsela, al ampliar las conversaciones. Si así fuera, estaría deslizándose por el peligroso terreno del apaciguamiento.

Y estamos hablando de una Administración cuya política exterior está colapsando.

Por si poner en peligro a Estados Unidos y al mundo al permitir que el mayor patrocinador mundial del terrorismo mantenga intacto su programa nuclear no fuera suficiente, el manejo por parte de la Administración de las negociaciones con Irán tiene el efecto colateral añadido de hacer que Washington parezca débil. A medida que sus vecinos ven cómo Irán es capaz de ganar tiempo, la reputación de Estados Unidos se vuelve aún más débil en esta peligrosa parte del mundo. Justo cuando uno piensa que no se puede caer más bajo, se cae.

Noticia de última hora para la Administración Obama: el apaciguamiento no va a funcionar. Nunca lo hace.

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