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Gabriel Calzada

Un escuadrón de incompetentes

La penúltima metedura de pata de nuestro ministro tuvo lugar hace un mes cuando afirmó creer que "España se salvará de la recesión". La única diferencia con Patán es que Solbes ha sustituido su característica risa asmática por una profunda somnolencia.

En España, el negocio de los videntes, adivinadores, augures y vaticinadores ha entrado en una profunda crisis. Los profesionales de este sector que como Zapatero, Solbes o Almunia eran considerados como visionarios del progreso de este país han caído ahora en desgracia. Si hace menos de un año gran parte de la población les consideraba auténticos profetas ahora su imagen se asemeja más a la del Escuadrón Diabólico y el presidente, en concreto, al inigualable Pierre Nodoyuna.

En marzo de este año Rodríguez Zapatero negaba que España estuviera o fuera a entrar en crisis. En abril llegó a decir aquello de hablar de crisis o recesión era "demagógico, inaceptable y antipatriota". Todavía en mayo nuestro Pierre se empeñaba en ver el futuro de color de rosa cuando hablaba con la total seguridad de "desaceleración transitoria ahora algo más intensa". Ahora que el valor de sus pronósticos ha caído por debajo de las acciones de Fannie Mae, lo normal sería que los españoles tornaran sus oídos hacia el ministro de economía.

Sin embargo, los intentos de este señor por explicar a los españoles lo que estaba pasando y lo que iba a pasarnos han resultado ser tan desafortunados como los intentos de Patán, el zarrapastroso perro de Nodoyuna, por diseñar un plan con el que atrapar al palomo. Nuestro Patán particular nos advertía hace unos meses que "se esta[ba] exagerando mucho cuando se habla[ba] de crisis" y que "los datos que" tenía a su disposición no indicaban la entrada en crisis ni recesión. Eso por no hablar de sus menguantes cálculos de crecimiento económico para este año. La penúltima metedura de pata de nuestro ministro canino tuvo lugar hace apenas un mes cuando afirmó creer que "España se salvará de la recesión". La única diferencia con Patán es que Solbes ha sustituido su característica risa asmática por una profunda somnolencia.

Pero quizá la palma de los desaciertos se la lleve Joaquín Almunia, nuestro socialista en Bruselas. El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la UE ha sido capaz de replicar a la perfección a Tontín, el piloto que junto a Tontón completaba con Pierre y Patán este escuadrón de incompetentes. En los últimos días de 2007, nuestro "tontín" más internacional descartó la posibilidad de que se pudiese producir una "crisis económica" durante 2008 en la Unión Europea. Dos meses más tarde, cuando la crisis ya era evidente para todos excepto para Pierre Nodoyuna y para Patán, el piloto de la nave económica europea negaba la posibilidad de recesión. Mientras la averiada avioneta caía entraba en barrena, Almunia miraba al tablero de mandos y afirmaba "que los indicadores no señala[ba]n riesgos de recesión".

Pero en lo que nuestros tres personajes más recuerdan a la fabulosa serie de Hanna-Barbera es en los desastrosos resultados de sus planes porque, como nos recuerda Wikipedia, en los dibujos animados –como en la realidad– "los planes de Pierre siempre eran frustrados por su propia incompetencia, por la de Patán, por las acciones de otro corredor, o por pura mala suerte, haciendo que Pierre cruzara la línea de meta último, si es que lo hacía". Lo malo de esto es que los españoles vamos en esa aeronave que no parece capaz de cruzar la meta de recuperación y el progreso económico. Para colmo de similitudes, la principal ironía de la serie consistía en que si Pierre no se hubiese molestado en hacer planes tramposos su nave hubiese llegado a la meta y, con frecuencia, en buena posición. Como en la serie nuestro Pierre terminará diciendo tras el fracaso "¡No hay deguecho! ¡Haz algo Patán!".

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