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LAS NOTICIAS NO SON MALAS

Mujeres y ciencia

"El número de mujeres presentes en los campos de la ciencia y la ingeniería está aumentando, pero los hombres siguen siendo mayoría, especialmente en los puestos directivos". Así arranca el informe "¿Por qué son tan pocas?", publicado recientemente por la Asociación Americana de Mujeres Universitarias, que se describe como "el referente nacional en la promoción de la educación y la equidad para las mujeres y las niñas".

"El número de mujeres presentes en los campos de la ciencia y la ingeniería está aumentando, pero los hombres siguen siendo mayoría, especialmente en los puestos directivos". Así arranca el informe "¿Por qué son tan pocas?", publicado recientemente por la Asociación Americana de Mujeres Universitarias, que se describe como "el referente nacional en la promoción de la educación y la equidad para las mujeres y las niñas".
El informe sostiene que factores "sociales y ambientales" como los prejuicios sobre la escasa competencia matemática de las niñas o sobre la masculinidad de las ingenierías y de las ciencias en general, o los rígidos esquemas laborales que imperan en tales ámbitos, contribuyen significativamente a la "sorprendente disparidad" que hay entre el número de hombres y de mujeres en el mundo de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y la matemática. Esa disparidad, añade el documento, se refleja en datos como los que siguen (todos ellos referentes a EEUU):
– De acuerdo con cifras del Departamento de Trabajo, las mujeres apenas representan el 10% de los ingenieros civiles y aeroespaciales de la nación. Su presencia es aun inferior entre los ingenieros eléctricos (8%) y entre los ingenieros industriales (7%).

– En 2006, las mujeres ocupaban menos del 14% de las plazas docentes relacionadas con las ciencias puras en las universidades y los institutos politécnicos.

– El 79% de los trabajos a tiempo completo destinados a doctores en informática o en computación están en manos de varones.
Si el objetivo de la AAMU era hacer sonar las alarmas ante la situación de la mujer en las áreas científicas, sus esfuerzos parecen haber dado sus frutos. "Los prejuicios suponen un obstáculo para la mujer en el mundo de la ciencia ", tituló el New York Times la crónica en que daba cuenta del contenido del informe. El mensaje era el mismo en AOL News ( "Un informe sostiene que los estereotipos y prejuicios perjudican a las mujeres en matemáticas y ciencias"), mientras que el blog de educación del Washington Post se preguntaba, lamentón: "¿Por qué no hay más mujeres en los campos STEM [ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas]?".

Bueno, bueno. No nos rasguemos las vestiduras. Porque si miramos más allá del sombrío título del informe y de los llamamientos a la yihad contra "los estereotipos, los prejuicios y las demás creencias culturales" nos llevaremos la sorpresa de que parece haberse hecho un considerable esfuerzo por tapar un bosque de buenas noticias con unos cuantos árboles raritos.

Así, el informe de la AAMU reconoce que las chicas obtienen notas "muy similares" a las de los chicos en matemáticas; es más, en la enseñanza secundaria suelen obtener unas calificaciones ligeramente superiores. Y si bien es cierto que los varones siguen predominando entre los estudiantes de matemáticas más destacados, su ventaja se ha reducido sensiblemente. Desde 1980, la ratio chicos-chicas entre los estudiantes que obtienen más de 700 puntos en la prueba de matemáticas del SAT ha pasado de 13-1 a 3 a 1.

En cuanto a los estudios superiores, se nos informa de que el número de títulos STEM en manos de mujeres "ha crecido enormemente en las cuatro últimas décadas". Actualmente, las mujeres obtienen el 60% de las licenciaturas en Biología y Ciencias Agrícolas, la mayoría de las licenciaturas en Química y algo menos de la mitad de las licenciaturas en Matemáticas. Muchas mujeres siguen sus carreras más allá de la licenciatura: casi la mitad de los doctorados en Biología van a parar a mujeres, así como más de un tercio de los doctorados en Ciencias de la Tierra y Química.

Entre la población activa, no son pocas las mujeres que hoy en día destacan en el mundo de la ciencia. El informe de marras observa que la mayoría de los biólogos son mujeres, y que la presencia de éstas ha crecido en campos que tradicionalmente apenas habían frecuentado. En 1960 las mujeres eran un mero 1% de los ingenieros que trabajaban; en 2000 ya sumaban el 11%.

¿Y cómo están las cosas en los claustros? Según el documento de la AAMU, "cuando las mujeres (...) solicitan plazas docentes en los departamentos de ciencias puras en instituciones de investigación relevantes tienen más probabilidades que los hombres de ser contratadas" (énfasis añadido).

En fin, que ni "el referente nacional en la promoción de la educación y la equidad para las mujeres y las niñas" puede defender de manera convincente que los prejuicios sexistas representan un grave obstáculo para las mujeres en los dominios STEM. Por lo que hace a su informe, no refuta lo que ya sugieren el sentido común y la observación imparcial: las mujeres y los hombres no se sienten igual de atraídos por cada disciplina científica o matemática, pero allí donde las mujeres tienen interés por progresar, no hay quien las pare.

El predominio de los hombres en las ingenierías no es mayor motivo de alarma que el hecho de que las mujeres prevalezcan en los dominios de la veterinaria. Los vínculos entre sexo y vocación son interesantes, y motivo de numerosas investigaciones y animados debates –en ocasiones, demasiado animados–. Encontrar diferencias entre la población activa es una cosa y descubrir injusticias o sesgos, otra. Cuando se hacen las cuentas, las mujeres y los hombres simplemente son diferentes. Vive la différence!


JEFF JACOBY, columnista del Boston Globe.
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