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DESARROLLO Y LIBERTAD

Quiero mi internet ahorita mismo

El presidente Chávez dijo: "La internet no puede ser una cosa libre''. Quizás quiera imitar a Cuba, donde la red sirve el capricho de los Castro. Pero el mal ejemplo viene de más arriba. El Secretario General de la ONU, años atrás, afirmó: "[Internet] ha adquirido tal importancia, que sería ingenuo esperar que los gobiernos no mostrasen interés... me pidieron crear un... Grupo de Trabajo sobre la Gobernanza de Internet".

El presidente Chávez dijo: "La internet no puede ser una cosa libre''. Quizás quiera imitar a Cuba, donde la red sirve el capricho de los Castro. Pero el mal ejemplo viene de más arriba. El Secretario General de la ONU, años atrás, afirmó: "[Internet] ha adquirido tal importancia, que sería ingenuo esperar que los gobiernos no mostrasen interés... me pidieron crear un... Grupo de Trabajo sobre la Gobernanza de Internet".
Por suerte, debido a la oposición generalizada, las principales decisiones sobre la Red son tomadas por la gente, aunque Icann, una sociedad semiprivada y semiindependiente, impone algunas regulaciones formales.

Los gobiernos ególatras están preocupados porque la cosa se les va de las manos. La tecnología está revalorizando el poder democrático de las personas, y no sólo a la hora de expresar su opinión, sino en el mercado, donde elige, vota y decide todos los días.

El comercio electrónico dificulta el cobro coercitivo de cargas fiscales; porque, por ejemplo, ¿cómo imponer impuestos a una multinacional virtual?, y ¿qué Estado debería encargarse de ello?

"Cuarenta y cinco empleados de IBM tuvieron una reunión (...) en una isla privada que sólo existe en el mundo virtual y tridimensional –informaba recientemente la presidente de IBM España–; los asistentes eran personajes digitales [avatares], creados y controlados por personas que estaban físicamente en diversos continentes... [He aquí] un ejemplo de cómo internet propicia la desaparición de las barreras geográficas y temporales". Esto es demasiado para ególatras que no pueden concebir que las cosas progresen naturalmente, sin su protagonismo y la pesada mano del Gobierno.

El control gubernamental traería atraso, ya que el Estado es coercitivo e ineficiente; y lo es porque su principio no es la rentabilidad, base de la eficiencia, como ocurre en toda empresa privada, sino que puede ponerle la mano a todos los fondos que necesita. Así sólo se atrasaría el avance tecnológico y social, que depende de la rapidez en la transmisión de datos. Contaba el presidente de Cisco Systems que Boeing pudo construir el 707 porque grupos de trabajo radicados en distintas partes del globo se mantenían comunicados por medio de internet.

La Red es el resultado de un desarrollo espontáneo, sin interferencia gubernamental, y no es un caos. Todo lo contrario: hace las cosas más transparentes y contribuye a la mejora de la organización social. Un ejemplo: hace unos días se localizó a uno de los delincuentes más buscados de Italia porque se conectó a Facebook.

Tenemos otro ejemplo interesante en la enciclopedia más utilizada: Wikipedia, que, a diferencia de lo que dicen sus gestores, "no es un experimento de anarquía". Y es que la anarquía es todo lo contrario al ordenamiento natural, que sí reconoce jerarquías y no cree en la violencia ni en la coacción que sí utiliza el anarquismo para imponer su utópico mundo sin jerarcas. En Wikipedia cualquiera puede escribir y editar, y sus millones de usuarios se auto-organizan democráticamente o por consenso, mostrando así cómo un orden productivo y divertido surge espontáneamente de personas libres.

En fin, la lección es fundamental: no es cierto que la autoridad deba ser coactiva, al estilo militar. La internet y la súper evolución que provoca se desarrollan sin la vigilancia de burócrata alguno, sino con el trabajo de personas naturalmente libres. Sí está dirigida, como toda acción humana; por la naturaleza de las cosas, por la ley natural, por el orden natural que supone un liderazgo moral: el liderazgo de aquellos que verdaderamente pueden aportar cosas útiles a esta espectacular evolución.


© AIPE

ALEJANDRO A. TAGLIAVINI, miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity (California).
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