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HOLLYWOOD

Los valores que dan vida a nuestra cultura

La sabiduría convencional de Hollywood ha mantenido durante mucho tiempo que las películas religiosas y familiares no producen grandes ganancias. Pero esta sabiduría esta empezando a desvanecerse a la vista de las últimas tendencias en los cines.

La sabiduría convencional de Hollywood ha mantenido durante mucho tiempo que las películas religiosas y familiares no producen grandes ganancias. Pero esta sabiduría esta empezando a desvanecerse a la vista de las últimas tendencias en los cines.
Las Crónicas de Narnia, próxima superproducción familiar de Disney
Las cinco películas más taquilleras en lo que va de año son toleradas para todos los públicos (G en el sistema de clasificación estadounidense) o para mayores de 13 años (PG), y todas ellas han superado la marca de los cien millones de dólares. Dos de las cinco más lucrativas del año pasado, Shrek 2 y Los Increíbles, fueron películas de animación para todos los públicos.
 
Este tipo de éxito está provocando que los ejecutivos se lo vuelvan a pensar. Las películas familiares, sobre todo las de animación, han llevado al cine a gente que no había acudido en años. Y estarán más inclinadas a volver a por más, suponiendo que se les ofrezca algo que puedan ver.
 
En el pasado, los escritores religiosos han señalado a la industria del cine la correlación entre la clasificación de las películas y los beneficios. Y un estudio publicado por la Dove Foundation llega a unas importantes conclusiones que confirman esa correlación. Desde el año 2000, la producción de películas prohibidas para menores no acompañados (R) ha bajado un 12% al año, mientras que la producción de filmes tolerados ha crecido un 38% durante el mismo periodo. Esto refleja la reacción del mercado al hecho de que, entre 2000 y 2003, el beneficio medio de una película clasificada R fuera de 17 millones de dólares, insignificante cuando se compara con los 92 millones que ofrecen de media las toleradas.
 
Uno levanta la vista del informe Dove con la sensación de que la industria del cine esta empezando a reconocer una oportunidad de negocio en la producción de películas moralmente más robustas.
 
En 1999, tras la presentación de otro estudio de Dove, Joe Roth de Disney prometió cambiar el ratio de películas de acción para adultos con respecto a las películas familiares del 4:1 de entonces a 1:1. Y la compañía está bastante cerca de cumplir su promesa, pues el 48% de sus producciones desde 2000 están clasificadas como G o PG.
 
Uno de los estrenos más esperados de Disney para este año es la primera incursión en la serie de C. S. Lewis, Las Crónicas de Narnia: El león, la bruja y el armario. Lewis fue uno de los teólogos cristianos más populares del siglo XX, y sus libros de ficción están imbuidos de un sentido profundo de la moralidad cristiana. Esta narración religiosamente informada, junto a la trilogía de El Señor de los Anillos de J.R.R. Tolkien, tiene el potencial de ser no solo enormemente rentable sino también moralmente saludable.
 
Disney pertenece a una larga lista de emprendedores y capitalistas que tuvieron una percepción única –obtenida en parte de examinar el sorprendente éxito de producciones moralmente sanas y una cierta intuición– y luego se beneficiaron de ella.
 
Del mismo modo que Hollywood ha sido tradicionalmente reluctante en respaldar películas que conecten con los intereses religiosos del público, las congregaciones cristianas organizadas han recelado demasiado de la industria cinematográfica. La derecha religiosa ha denunciado a Hollywood durante muchos años sin entender la motivación principal de la realización cinematográfica, que no es corromper a nadie sino hacer películas que la gente quiera ver. Este motivo no es moral ni inmoral: tan sólo significa que el mercado del cine es moralmente una tabula rasa.
 
Hoy, el mensaje ha sido enviado. Los atractivos beneficios han llevado a nuevos productores y nuevos productos a este mercado. Este es el resultado que cabía esperar tanto si las películas promovían el bien como si promovían el mal. Y es un comentario triste que tantos negocios harían cualquiera de las dos cosas dependiendo de donde estén los beneficios.
 
Por ahora, parece que el dinero está con la fe y la familia, algo sin duda bueno. Podemos disfrutar del momento y de todo lo que hará canalizar los tremendos talentos de Hollywood hacia un tratamiento amable de la religión.
 
El desafío real vendrá cuando los beneficios se sequen y los capitalistas vuelvan a afrontar la tentación de sacar dinero del deseo de la gente de huir del bien. El mercado es una institución notable que sirve a la sociedad precisamente lo que esta quiere. Te guste o no lo que Disney y otras compañías han hecho, el éxito de las películas familiares refleja los valores que dan vida a nuestra cultura.
 

Acton InstituteEl padre Robert Sirico es sacerdote católico y presidente del Instituto Acton para el Estudio de la Religión y la Libertad en Grand Rapids, Michigan.

 

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