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El episcopado español ha hecho pública una nota de desaprobación ante las dos reformas del Código Civil respecto al matrimonio. La Conferencia Episcopal denuncia que hayan quedado eliminadas sistemáticamente las palabras “hombre” y “mujer”, de tal modo que la unión entre ambos ya no es contemplada por el Código Civil.

 

Según declara la CEE en su nota, “las leyes españolas respecto al matrimonio se han convertido en radicalmente injustas y no reconocen la realidad antropológica y social de la unión del hombre y la mujer en su especificidad y en su insustituible valor para el bien común, para la procreación y educación de los hijos”.

 

Por otro lado, afirma que al dejar prácticamente al arbitrio de la libertad individual la continuidad del pacto conyugal, dejan también desprotegido el vínculo matrimonial y abierto el camino legal a la conculcación de los derechos del otro cónyuge y de los hijos.

 

Además añade que es necesario confiar en que la sociedad española sabrá salir en defensa del matrimonio, de la familia y de los niños, e insta a oponerse a estas leyes injustas por todos los medios legítimos que el estado de derecho pone a disposición de los ciudadanos.

 

 

 

El obispo de Bilbao y presidente de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Ricardo Blázquez, se refirió en el Curso de Verano “La Iglesia Católica hoy”, que organiza la Universidad Rey Juan Carlos en Aranjuez, a algunos de los rasgos del Plan Pastoral de la CEE para los próximos años, ya que el que está vigente concluirá en poco tiempo.

 

Entre los rasgos definitorios del Plan estará la transmisión de la fe y también la atención que se prestará a las palabras de Benedicto XVI en el comienzo de su Pontificado, que recordó la exhortación de Juan Pablo II de “no tener miedo” y la apertura de “las puertas a Cristo”.

 

Otros “actitudes” que comparten los obispos de la CEE y que plasmarán en el Plan Pastoral es “la llamada a la serenidad; a actuar con dignidad humana y cristiana; buscar la luz entre todos, en comunión y unidad; que sea un plan realista, modesto y compartido; y que tenga un realismo cristiano esperanzado, sin convertir una situación concreta histórica en la medida de todos los tiempos”.

 

“Se necesita mirar, por una parte con la cercanía y por otra parte con un horizonte abierto”, añadió y aseguró que “la Iglesia no quiere vivir al dictado de lo que otros le digan ni tampoco busca una actualización de la moda que envejezca al día siguiente”.

 

Por otra parte, dijo que cuando tengan que decir “no”, esperan que sea percibido como el reverso de un “sí grande que hay en el adverso”, y de este modo, “el no al aborto, es un sí a la defensa de la vida; el no a la violencia es un sí a la paz; y el no a la ruptura matrimonial es un sí a la fidelidad”.

 

 

 

Los responsables del Apostolado Social de la Compañía de Jesús han dirigido una carta a los gobernantes de los países más industrializados del mundo (G8), que se reunieron en Gleneagles (Escocia), en una cumbre que se iniciará el 6 de julio. Los jesuitas han pedido a los jefes de Estado que “adopten las medidas necesarias para que, de una vez por todas, la pobreza en la que vive una gran parte de la Humanidad pase a la historia”.

Con palabras de Juan Pablo II, recuerdan que “los mayores problemas económicos de nuestro tiempo no dependen de la falta de recursos, sino del hecho de que las actuales estructuras económicas, sociales y culturales, tienen dificultades en asumir las exigencias de un auténtico progreso”.

 

En la misiva, afirman que “es un estricto deber de justicia y verdad impedir que queden sin satisfacer las necesidades humanas fundamentales, porque hoy más que nunca, sabemos que es posible acabar con la pobreza”.

 

Los jesuitas proponen a los jefes de Estado reunidos en la cumbre del G8 que “desde su posición privilegiada”, aumenten y mejoren la calidad de la ayuda internacional al desarrollo (como expresión del destino universal de los bienes), den una solución definitiva y justa al problema de la deuda externa (recuerdan que muchos países se ven forzados a recostar sus gastos para necesidades vitales, para poder afrontarla), y promuevan un comercio internacional centrado en el desarrollo humano.

 

Después de los compromisos asumidos en la Cumbre de la Tierra, en Río de Janeiro, en 1992; en la Cumbre de Desarrollo Social, en Copenhague, en 1995; en la Cumbre del Milenio en Nueva York, en el 2000; o en la Cumbre sobre el Desarrollo Sostenible, en Johannesburgo, en 2002, los responsables del Apostolado Social de la Compañía de Jesús, consideran que “ya es tiempo de cumplir la palabra empeñada, como lo están exigiendo los ciudadanos”, tanto a los gobernantes del G8, como al resto de gobernantes mundiales.

 

 

 

Benedicto XVI recibió en Roma a los peregrinos de la diócesis de Madrid encabezados por el Cardenal Antonio María Rouco Varela quien se dirigió al Papa en términos de agradecimiento por su recepción, además de exponer a su Santidad la situación actual de la sociedad española, con alusiones a la aprobación de la nueva ley del matrimonio homosexual así como a la cultura secularizada que se impone en la sociedad.

 

Benedicto XVI comenzó su discurso reflexionando sobre el objetivo del Sínodo; “la transmisión de la fe vivida en la comunión de la Iglesia” y profundizó en el tema de la familia calificándola como “un vínculo profundo y misterioso que congrega a las más diversas realidades y se convierte, por la presencia de Dios en ella, en signo de unidad para toda la sociedad”.

 

Benedicto XVI hizo también un llamamiento a la comunidad de creyentes para que sean los portadores de auténticos valores humanos y los comunique a una sociedad que sufre fracturas y divisiones, que transmita la luz del Evangelio con la certeza de que la caridad es ante todo comunicación de la verdad.

 

Por último , el Papa despidió a los peregrinos encomendándoles una misión, “hay que ir hasta los confines de la sociedad para llevar a todos el mensaje de Cristo sobre el sentido de la vida, de la familia y de y de la sociedad, llegando a las personas que viven en el desierto del abandono y de la pobreza, y amándoles con el Amor de Cristo Resucitado”.

 

 

 

El secretario de la Conferencia Episcopal Española, P. Antonio Martínez Camino, entregó al Santo Padre un ejemplar editado especialmente para él de la obra Benedicto XVI que recoge Todo lo que le Cardenal Ratzinger dijo en España, volumen editado por EDICE, la editorial de la Conferencia Episcopal Española.

 

El texto recoge las intervenciones que el cardenal Ratzinger tuvo en sus distintos viajes a España cuando era Prefecto de la Congregación para la doctrina de la fe. La obra se divide en siete capítulos donde se abordan cuestiones como las perspectivas y tareas del catolicismo de cara al futuro y las relaciones entre fe, verdad y cultura.

 

La entrega del ejemplar encuadernado de manera especial para el Papa se produjo en el acto de la audiencia especial en la que Benedicto XVI recibió a los 1400 peregrinos de la diócesis de Madrid encabezados por el Arzobispo de Madrid, Cardenal Antonio María Rouco Varela.

 

 

 

La cortesía es el lema especial para la campaña de verano que La Iglesia en España, a través de su Departamento de Pastoral de la carretera, invita a reflexionar para el mundo de la circulación rodada. Al comienzo de la primera “operación salida de vacaciones” la Iglesia quiere colaborar con otras instituciones públicas y privadas y se suma a la Jornada de Responsabilidad en la Carretera.

 

Además de ofrecer una Eucaristía especial para los profesionales de la carretera, se llama a la reflexión personal y a las plegarias al patrón San Cristóbal

 

El lema de este año invita ante todo, a valorar a la persona poniéndola por encima de cualquier tipo de intereses personales o comerciales, según la CEE la cortesía, bien entendida y practicada en la carretera como en la vida, “es expresión de un corazón noble y , para los creyentes, como dijo el Papa Pío XII, signo de gentileza y de caridad.

 

 

 

La Residencia San José de a localidad madrileña de El Escorial acoge las sesiones de la XIII Escuela de Formación Social de Cáritas Española que son concebidas como el foro anual de referencia de la actividad formativa del conjunto de las 68 Cáritas Diocesanas así como de Cáritas Parroquiales.

 

La escuela está estructurada en tres módulos, y las ponencias que abrirán los trabajos abordarán las pobrezas antropológicas en las sociedades ricas, desde la experiencia y el modelo de Cáritas.

 

Las ponencias han sido preparadas por un equipo integrado por Dolores Aleixandre, profesora de la Universidad Pontificia de Comillas; Carmen Calzada, directora de Cáritas Diocesana de Salamanca; Emilio Martínez Navarro, profesor de la Universidad de Murcia; Braulio Carlés, delegado episcopal de Cáritas Diocesana de Sigüenza-Guadalajara; y Víctor Renes, Pedro Fuentes y Fidel García, técnicos de los Servicios Generales de Cáritas Diocesana.