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"No os resignéis jamás a ver vacíos los confesionarios", pide el Papa a los sacerdotes

Benedicto XVI exhortó a los sacerdotes a no resignarse jamás a ver vacíos los confesionarios, ni limitarse a constatar el desapego de los fieles de esta extraordinaria fuente de serenidad y paz. De igual importancia es encontrar nuevos canales para comunicar la vida evangélica a los hombres y mujeres de nuestro tiempo.

Estas fueron las exhortaciones principales del Papa a los sacerdotes, religiosos, religiosas y jóvenes durante su último encuentro en la iglesia de san Pío de Pietrelcina, en el viaje apostólico que el Pontífice ha realizado a San Giovanni Rotondo.

Dirigiéndose en particular a los sacerdotes el Papa subrayó la importancia de participar en la celebración eucarística y de frecuentar asiduamente el sacramento de la confesión. En este sentido, Benedicto XVI pidió que no se resignen jamás a ver desiertos sus confesionarios, ni se limiten a constatar el desapego de los fieles por esta extraordinaria fuente de serenidad y de paz.

En cuanto al valor y necesidad de la oración, una gran enseñanza que podemos extraer de la vida del padre Pío, el Papa se refirió a este punto fundamental para la espiritualidad del sacerdote, de cualquier cristiano, pero sobre todo de los religiosos y religiosas, "elegidos para seguir de cerca a Cristo mediante la práctica de los votos de pobreza, castidad y obediencia". El Santo Padre reconoció que a veces podemos desanimarnos ante la relajación e incluso el abandono de la fe que podemos contemplar en nuestras sociedades secularizadas.

Benedicto XVI asegura que acoger a los refugiados es un deber

Benedicto XVI aseguró este domingo que la acogida de los refugiados constituye un deber y exigió el compromiso de personas e instituciones para acabar con las causas de este fenómeno.

Las palabras del Papa resonaron en San Giovanni Rotondo, la localidad italiana en la que se encuentra el convento en el que vivió el padre Pío de Pietrelcina, un día después de que se celebrará la Jornada Mundial del Refugiado. En estos momentos hay 42 millones de personas desarraigadas a la fuerza de sus hogares por los conflictos y la persecución en todo el mundo, según ha informado el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), con motivo de esta Jornada.

Este número incluye a 16 millones de personas refugiadas y solicitantes de asilo y a 26 millones de desplazadas internas, desarraigadas dentro de sus propios países. Tras celebrar la Santa Misa junto 50.000 personas, el Papa pidió rezar "por la difícil y en ocasiones dramática situación de los refugiados".

"Muchas son las personas que buscan refugio en otros países, huyendo de situaciones de guerra persecución y calamidad, y su acogida plantea muchas dificultades, pero sin embargo es un deber", reconoció. "Quiera Dios que, con el compromiso de todos, se logre eliminar lo más posible las causas de un fenómeno tan triste", concluyó.

Los obispos ante el aborto: "El derecho a la vida no es una concesión del Estado"

La Conferencia Episcopal Española hizo pública la pasada semana una Nota aprobada por unanimidad por todos los prelados reunidos en la Comisión Permanente de la CEE, sobre el proyecto de reforma de la Ley del aborto que está llevando a cabo el Gobierno socialista.

En el documento, se afirma de manera taxativa que "el aspecto más sombrío del Anteproyecto es su pretensión de calificar el aborto provocado como un derecho que habría de ser protegido por el Estado". "He ahí una fuete envenenada de inmoralidad e injusticia que vicia todo el texto". Los obispos desmontan en su Declaración el argumento de que el aborto es un "derecho" de la mujer y que puede disponer de su cuerpo cuando le plazca, cuando más que derecho, es "un atentado contra el derecho fundamental a la vida". Para los prelados, así "se concibe de un modo perverso la libertad".

Para los obispos, de acuerdo con la doctrina de la Iglesia y el Código de Derecho Canónico, "ningún católico coherente con su fe podrá aprobar ni dar su voto" al anteproyecto de ley. "Constituye un serio retroceso respecto a la actual legislación despenalizadora, ya de por sí injusta" por lo que "tampoco debería" respaldar esta iniciativa "nadie que atienda a los justos imperativos de la razón".

La Conferencia Episcopal Española condena el asesinato de Eduardo Puelles

En su nota de condena tras el brutal asesinato del policía Eduardo Puelles García, la Conferencia Episcopal Española declara que "el terrorismo persigue la extensión del terror para producir una situación de debilidad del orden político legítimo, que le permita imponer sus criterios por la fuerza, a costa del atropello de los derechos humanos más elementales, como son el derecho a la vida y a la libertad. Este fin no podrá ser compartido jamás", asegura.

Asimismo, la CEE "quiere expresar su agradecimiento a todas aquellas personas que, como la víctima de este atentado, trabajan en la lucha antiterrorista dentro de los cuerpos de las Fuerzas y Seguridad del Estado compartido jamás" y quiere hacer llegar a la familia del policía asesinado "su cercanía y más sincera condolencia".

Por su parte, el obispo de Bilbao, monseñor Ricardo Blázquez, asegura que tras el asesinato "son momentos de dolor, tristeza, oración, unidad y rechazo enérgico de los atentados". Blázquez considera que "cada víctima mortal es un clamor que exige respeto de la vida y libertad para todos".

El nuevo arzobispo de Toledo: "Vengo a servir a una Iglesia rica en personas valiosas, en sacerdotes y fieles laicos comprometidos"

El nuevo arzobispo de Toledo comenzó sus primeras palabras tras la toma de posesión de la archidiócesis el pasado domingo señalando que es el misterio de poder representar a Jesucristo, Cabeza del Cuerpo de la Iglesia: "Yo me admiro y, aunque me sienta débil, la confianza se hace grande y no temo nada con el Señor. En Cristo, como Obispo, según la Sagrada Escritura y la Tradición de la Iglesia, puedo ser pastor, guardián solícito, padre, hermano, amigo, portador de consuelo, servidor, maestro, hombre fuerte, sacramento de bondad".

El prelado expresó su deseo de en el comienzo de su ministerio episcopal en la Archidiócesis Primada: "Lo que habéis de pedirme es que tenga fortaleza interior y exterior, para que no sólo hable, sino que esté también interiormente decidido, a fin de que sea cristiano no únicamente de nombre, sino sobre todo con la vida". Hacía hincapié en que se le recordara que el Obispo no es obispo para sí, sino para los demás, para los muchos hijos que Dios le ha dado en Toledo, sacerdotes, seminaristas y fieles laicos, religiosos y otros consagrados, mayores y ancianos.

"Vengo a servir a una Iglesia rica en personas valiosas, en sacerdotes y fieles laicos comprometidos. La tarea eclesial no la hace uno solo y son los santos los que más hacen avanzar la nave de la Iglesia", aseguró.

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