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Juan de Dios Dávila

El Síndrome de Estocolmo promovido

Los etarras dan como vía aceptable la línea de acción que el Gobierno de Zapatero inició y el de Rajoy ha consagrado.

El Síndrome de Estocolmo es una reacción psicológica en la cual la víctima de un secuestro, o una persona retenida contra su voluntad, desarrolla una relación de complicidad, y un fuerte vinculo afectivo, []con quien la ha secuestrado. Se debe, principalmente, a que malinterpretan la ausencia de violencia contra su persona como un acto de humanidad por parte del secuestrador (…) Las víctimas que experimentan el síndrome típicamente muestran dos tipos de reacción (…) Por una parte, tienen sentimientos positivos hacia sus secuestradores, mientras por otra parte muestran miedo e ira contra las autoridades.

El colectivo de presos de la banda asesina ETA acaba de lanzar un comunicado en el que, entre otras perlas, dice:

Somos rehenes de los Estados español y francés y a través de sus funcionarios sufrimos a diario el acoso del sistema carcelario construido para aniquilarnos tanto a nosotros como a nuestros familiares y amigos.

En su comunicado, los presos pertenecientes a la banda terrorista, que se niega a disolverse, indican en todo momento que la razón de sus asesinatos fue la implantación de un proyecto político al que no renuncian, y además acusan de "enemigo de la paz" a quien se opone a dicho proyecto político. Esto es un chantaje que se puede formular de la siguiente manera: si usted se opone a mi proyecto político, me obligara a tener que tomar de nuevo las armas y matarle, y la culpa será suya por oponerse a mi proyecto político.

Lo que más llama la atención es cómo es posible que miembros del Gobierno de Rajoy, e importantes medios de comunicación, celebren el comunicado como parte de la derrota de ETA. Y me llama la atención porque una simple lectura del comunicado revela una organización terrorista que sigue imponiendo su hoja de ruta, si queremos que no vuelva a asesinar.

La hoja de ruta marcada por los etarras se muestra en diversos párrafos, entre ellos el siguiente:

[Es necesario] Adaptar el entramado jurídico a la situación política. Cambiar radicalmente la política penitenciaria y priorizar el fin de la dispersión. Reconocer nuestros derechos, posibilitar nuestra vuelta a casa e impulsar la solución integral a la actual situación política.

Básicamente, no ha cambiado nada, excepto que ETA está viendo una posibilidad real de que se permita la ruptura de España, a través del nacionalismo catalán. En esa situación, la organización criminal lanza un comunicado a través de sus presos en el que se indica que está dispuesta a no matar; pero no porque matar esté mal, sino porque ve factible que su proyecto político de secesión no solo sea consentido, sino promovido desde las propias instituciones españolas, como lo es el Gobierno de la Generalidad de Cataluña. La no disolución de ETA es una clara muestra de que, en caso de que su proyecto político no tuviera éxito, volvería a asesinar; de hecho, su mera existencia es el chantaje del matón que advierte de que puede volver en cualquier momento.

Curiosamente, en ese comunicado los etarras dan como vía aceptable la línea de acción que el Gobierno de Zapatero inició y el de Rajoy ha consagrado.

(...) podríamos aceptar que nuestro proceso de vuelta a casa –nuestra excarcelación y de manera prioritaria nuestro traslado a Euskal Herria– se efectuasen utilizando cauces legales, aun cuando ello, para nosotros, implícitamente conlleve la aceptación de nuestra condena. Compartimos que tanto la ley como su aplicación cumple una función esencial de cara al futuro, ya que han de ser utilizadas para fortalecer los pasos que hayan de darse.

Leyendo este comunicado, para mí queda claro que estamos en medio de un hoja de ruta que ETA pactó con Zapatero y que Rajoy está siguiendo. Rajoy ha hecho una serie de gestos, la excarcelación de Bolinaga, las excarcelaciones masivas tras una sentencia del TEDH que no tenia por qué haberse ejecutado como se ha llevado a cabo, y ahora ETA, a través de sus presos, le dice al Gobierno del Partido Popular que va por buen camino, aunque siempre recordando que el paso definitivo es que permita el proyecto político de ETA.

El Gobierno de Rajoy está promoviendo una gran campaña en pro del Síndrome de Estocolmo colectivo, de manera que si el terrorista está dispuesto a no matarnos, siempre y cuando accedamos a hacer lo que quiere, entonces debemos estar agradecidos a la banda asesina y bendecir las excarcelaciones masivas que el Partido Popular está promoviendo.

Gravísimos han sido los asesinatos de ETA, pero más grave será que el proyecto de los terroristas llegue a su culminación, ya que, además de dejar sin sentido el sacrificio de tantos españoles, dejará a los pies de los nacionalistas a millones de españoles. El nacionalismo catalán empuja hacia ello y ha puesto fecha para el falso referéndum; el PNV ya se ha subido al carro; y ETA acaba de dar el visto bueno a esos pasos. ¿Qué hará el Gobierno de Rajoy para impedirlo? Por ahora, se promueve un gran Síndrome de Estocolmo colectivo, en el que parece que hay que agradecer a ETA que no nos mate y consentir que su proyecto totalitario, secesionista y marxista se lleve a cabo.

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