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EL NACIONALISMO, EN TELA DE JUICIO

Pío Moa y la balcanización de España

Nos encontramos con un desafío histórico entre las fuerzas balcanizantes y las unificadoras, entre las que ansían la disgregación medieval y las defensoras de una fraternidad creada a lo largo de muchos siglos, entre los que amenazan la democracia en nombre (…) de los pueblos catalán o vasco o del Islam y los que defendemos la libertad en nombre de España, y a España en nombre de la libertad". Con estas palabras señala Pío Moa los peligros con que nos enfrentamos, así como la necesidad de defender la libertad y el individuo de las utopías colectivistas.

“Nos encontramos con un desafío histórico entre las fuerzas balcanizantes y las unificadoras, entre las que ansían la disgregación medieval y las defensoras de una fraternidad creada a lo largo de muchos siglos, entre los que amenazan la democracia en nombre (…) de los pueblos catalán o vasco o del Islam y los que defendemos la libertad en nombre de España, y a España en nombre de la libertad". Con estas palabras señala Pío Moa los peligros con que nos enfrentamos, así como la necesidad de defender la libertad y el individuo de las utopías colectivistas.
Detalle de la portada de CONTRA LA BALCANIZACIÓN DE ESPAÑA.
Moa asume, en Contra la balcanización de España, una tarea complicada: por un lado, se propone recordar las alianzas de la izquierda con el nacionalismo y describir el surgimiento de los movimientos separatistas al albor del desastre de 1898; por el otro, retratar a personajes como Sabino Arana o Prat de la Riba, que fundaron los nacionalismo vasco y catalán, respectivamente, a fin de explicar cómo los nacionalistas utilizan "con fraude" el aparato del Estado para "restringir o arruinar en sus regiones las libertades mediante una combinación de violencia y demagogia en nombre de (…) los hechos diferenciales".
 
Para Moa, el nacionalismo padece de un victimismo inagotable que, unido a un patriotismo infantil, le ha llevado a apoyar a las fuerzas antidemocráticas en su lucha contra el Estado de Derecho. El autor nos brinda el ejemplo más claro cuando analiza las relaciones de PNV con ETA y cuando recuerda tanto que el Gobierno vasco ha subvencionado a las organizaciones pantalla del terrorismo vasco como el apoyo del etarra Josu Ternera y del grupo parlamentario de Batasuna en la Cámara autonómica al Plan Ibarretxe.
 
Además, en el libro se muestra el cínico rostro del PNV, que no sólo no se resistió a las dictaduras de Primo de Rivera y de Franco, sino que traicionó a los republicanos durante la Guerra Civil; procurando, eso sí, que las tropas sabinianas "quedaran en apariencia copadas y no se descubriera su felonía".
 
Juan José Ibarretxe, presidente del Gobierno autonómico vasco.Junto con estos "vicios" del nacionalismo, sabemos del imperialismo que tanto nacionalistas vascos como catalanes arrían como bandera. Si Carod Rovira pide Valencia para los Països Catalans, Ibarretxe y sus acólitos desean la anexión de Navarra y parte del sur de Francia (Iparralde). Tanto unos como otros tienen la desfachatez de simultanear las críticas al centralismo español con loas al expansionismo territorial.
 
Finalmente, Moa analiza la cuestión lingüística, sin la cual no se puede entender el nacionalismo actual. Según el autor, el nacionalismo se caracteriza por la deificación de la lengua. El idioma se utiliza por parte de los nacionalistas para discriminar a los ciudadanos entre "buenos y malos". En suma, es el polilogismo marxista, que sostiene que la estructura lógica de la mente varía según las distintas clases sociales, o el racista, que considera que la dispar estructura mental se da entre las distintas razas.
 
No obstante, ni los marxistas, ni los nazis ni los nacionalistas han precisado en qué difiere la lógica proletaria de la burguesa, la de las razas arias de las que no lo son, la de los nacionalistas vascos y catalanes de la de los no nacionalistas. Quizá hablar el idioma de la patria permita pertenecer por derecho propio a la tribu, y el no hacerlo condene al ostracismo.
 
A pesar del lúgubre retrato de nuestro tiempo, Pío Moa irradia optimismo, alberga esperanzas y nos invita a creer que es posible un futuro en que la opinión pública se despierte del letargo y luche por lo más sagrado en esta vida: la libertad.
 
 
Pío Moa, Contra la balcanización de España, Madrid, La Esfera de los Libros, 2005, 217 páginas.
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