LAS GUERRAS DE TODA LA VIDA
Lecturas en el camino de Damasco
Muchos cayeron del caballo como Saulo de Tarso el 11 de setiembre de 2001. En parte porque, como el mismo San Pablo, ya tenían alguna noticia sobre algo que estaba sucediendo cerca, muy cerca. Y en parte porque el deslumbramiento fue inevitable, dada la intensidad de la luz, que no era divina para el caso, sino humana, demasiado humana.