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Miguel del Pino

Adopción de mascotas. Una opción excelente

Aunque parezca increíble, el número de perros y gatos abandonados en España anualmente alcanza cifras astronómicas.

Aunque parezca increíble, el número de perros y gatos abandonados en España anualmente alcanza cifras astronómicas.

El número de perros, gatos, y otras mascotas, algunas insólitas, que vagan sin dueño por nuestros campos y ciudades es realmente insostenible. Apoyar a las asociaciones y autoridades que tratan de controlar este problema es muy necesario, y adoptar un animal de compañía puede ser la mejor forma de contribuir a mitigarlo.

La reciente celebración en el Parque del Retiro de Madrid, del VIII Certamen de adopción de mascotas sin dueño, auspiciado por la Conserjería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, nos lleva a la reflexión sobre la posibilidad de adoptar un animal recogido y preparado en lo que a condiciones de salud y educación se refiere para tener un nuevo dueño.

El problema del abandono

Aunque parezca increíble, el número de perros y gatos abandonados en España anualmente alcanza cifras astronómicas. Hay que matizar que dentro de las estadísticas cabe distinguir entre aquellos que nunca tuvieron un dueño y los que, tras gozar del status de mascotas, fueron abandonados o perdidos por sus irresponsables o descuidados amos.

El prestigioso etólogo británico Ken Sewell, especialista en conducta canina y residente en Barcelona, reflexionaba en uno de sus interesantes libros sobre el hecho de que muchas mascotas respondieron por un nombre que ya han olvidado, mientras que otras no escucharon su nombre nunca. El problema del animal vagabundo tiene diversas aristas y suele ser enfocado de manera demasiado simplista y a veces tópica.

Vamos a desmentir rotundamente que el problema del abandono se refiera de manera exclusiva a mascotas compradas como regalo navideño, y abandonadas cuando llegan las vacaciones. Existen realmente muchos casos en que algunos desaprensivos actúan así, pero esto es sólo parte del problema.

El abandono no se produce de manera masiva cuando llegan las vacaciones. La lista de animales recogidos por las protectoras es dramáticamente uniforme durante el año entero, de manera que es necesario profundizar más para encontrar otros motivos, al menos complementarios.

La compra compulsiva es una de las claves del problema. Un encantador cachorro expuesto para la venta puede propiciar su adquisición por parte de personas que no conocían las necesidades reales del animal, ni el trabajo y los gastos que ocasiona su mantenimiento, tal vez alguno de los miembros de la familia no ha estado de acuerdo con su llegada a casa; todos estos factores suelen terminar de forma dramática para el pobre animal.

Los nacimientos de camadas por descuido, abandono, o accidente son frecuentes en el medio rural, donde, en muchas ocasiones, nadie se ocupa de evitar que deambulen libremente las perras y gatas domésticas durante el periodo de celo. Muchos perros callejeros de las ciudades han llegado a ellas desde la periferia urbana o desde los pueblos más próximos, y todo lo que comentamos referido a los perros puede aplicarse igual para el mundo de los gatos.

Animales extraviados

No todos los animales vagabundos callejeros proceden del abandono: muchos de ellos se han extraviado y han dejado atrás una familia angustiada por su pérdida, que lamenta no haber obedecido las ordenanzas en cuanto a la inyección subcutánea de un chip localizador. La pereza o el descuido son irreparables, ya que una mascota extraviada dotada de dicho sistema de identificación suele ser recobrado por sus dueños tan pronto como es recogido por las autoridades o pasa por la consulta de un veterinario. También terminan así felizmente su periplo muchos animales robados a sus dueños por desaprensivos o por mafias.

Afortunadamente ya se encuentran sometidas a eficaces controles las rehalas de perros de montería. Hace años, cuando las medidas de control no eran tan estrictas, la fuga o liberación de alguno de estos animales, acostumbrados a cazar y a matar reses mediante el agarre, era una de las causas de la formación de grupos de perros asilvestrados cuyos ataques al ganado eran a veces tan destructores como los de los propios lobos. Hay que felicitar a quienes cuidan en la actualidad tales rehalas, toda vez que este problema se encuentra prácticamente resuelto, salvo contadas excepciones.

Luchando contra el problema

Volviendo al comienzo, hay que calificar de grave el problema de los animales domésticos abandonados en España. En ocasiones las labor de las autoridades municipales se ve desbordada, de manera que es muy de agradecer la colaboración de las diversas Protectoras particulares que, trabajando con las donaciones de sus socios, luchan para evitar que los animales recogidos tengan que ser necesariamente sacrificados, solución siempre dolorosa e indeseable salvo cuando es necesario proceder a ella para evitar sufrimientos a un animal en condiciones extremas.

Los idealistas voluntarios que trabajan en este sentido tratan de llegar al llamado "modelo Italia", que consiste en el mantenimiento sin eutanasia de todos los animales recogidos que se encuentran en buenas condiciones de salud y no representan peligro. Es un noble objetivo, pero para llegar a conseguirlo es necesario minimizar el número de animales abandonados.

La Comunidad de Cataluña fue la primera en prohibir la exhibición de animales en los escaparates de las pajarerías, al objeto de evitar la compra compulsiva. La mayor parte de las restantes, Madrid incluida, han seguido dicho ejemplo, y hay que reconocer la excelente colaboración de los comerciantes en este sentido. Vigilar la población canina y felina de los pueblos es obligación de las diferentes Corporaciones Municipales, y estimular la esterilización mediante campañas sobre sus ventajas llega a ser obsesión para las Protectoras que se ven desbordadas ante el drama de las camadas de cachorros en situación de abandono. La suma de todos estos esfuerzos puede contribuir a mitigar el problema.

La adopción

Todas las Sociedades Protectoras, tanto oficiales como particulares ofrecen sus animales con las mejores garantías veterinarias, vacunados y esterilizados. La opción de adoptar, a la hora de elegir una mascota, es pues excelente y recomendable. Un animal adulto que pasa del status de vagabundo al de mascota puede llegar a ser tan adaptado y noble como el más mimado de los criados desde cachorros. En este extremo hay que ser tajante al desmentir los tópicos en el sentido contrario.

Al hacer una llamada a la adopción de animales abandonados, es necesario exponerse a las críticas de quienes objetan que es un lujo ocuparse de este problema cuando también hay ancianos y niños abandonados. Totalmente cierto, pero en el fondo de lo que estamos hablando es de verdaderos canallas, con sus semejantes y con los animales, y de personas sensibles que pueden volcar en sus mascotas todo el cariño que les desborda después de cumplir con sus obligaciones humanitarias hacia su congéneres.

El prestigioso veterinario Carlos Rodríguez, experto en Comunicación en diversos medios, relataba en una Mesa Redonda auspiciada por el Colegio de Veterinarios que tuve el honor de compartir con él, que en una visita científica a la gran urbe australiana de Sydney, quiso conocer la perrera municipal para comparar la situación entre aquel país y España. Con asombro comprobó que sólo albergaba tres animales, cuyos dueños habían fallecido y serían rescatados en unos cuantos días. No nos resignemos a contemplar el abandono masivo de animales domésticos como si fuera algo natural. Adoptar es una buena opción para luchar contra este grave problema.

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