La Assamblea Nacional Catalana es la vanguardia del proceso separatista catalán y dispone de una cada vez más nutrida red de secretariados, comités y merenderos. Ya tiene sector crítico, imprescindible hasta en las comunidades de vecinos, y sectoriales como los Mossos per la Independència, la Defensa per la Independència y los Informàtics per la Independència, militantes reunidos por gremios dispuestos a aportar todo su caudal de conocimientos y experiencias a la causa. Sobre todas estas secciones de la falange independentista destaca la denominada Intel.ligència per la Independència, compuesta por superdotados y superdotadas en el sentido del coeficiente intelectual. "Gente que no se considera superior ni inferior a nadie. Sabiendo, eso sí, que tenemos una capacidades concretas que, con toda humildad, pueden ayudar a encontrar estrategias que faciliten mucho la independencia", afirman en su tarjeta de presentación digital estos boinas verdes de la secesión.
Ellos mismos explican que son miembros y exmiembros de dos asociaciones denominadas Mensa y Thousand Society, que sólo admiten socios "con un coeficiente superior al 98% y 99,9% de la población, respectivamente". Y avisan de que lo que hacen no es cualquier cosa, que lo suyo no son las paradetas, los conciertos o las mesas petitorias, actividades que tachan de "corrientes y públicas", sino "acciones más estratégicas, discretas y efectivas". Entre superdotados seguramente no haga falta decir más para saber a qué acciones se dedica tan benefactora asociación que mucho puede facilitar la independencia. No obstante, insisten en su declaración de intenciones: "Queremos remarcar que las acciones que diseña y/o lleva a cabo esta sectorial no son las que mayoritariamente se hacen, sino diferentes y estratégicas". Está clarísimo.
Este selecto grupo conspira desde el verano pasado a favor de la república catalana, por lo que a las inteligencias medias no nos está dado saber si las "capacidades concretas" se han concretado en algo y si se refieren al espionaje industrial, al control de los correos electrónicos o al concurso de ideas para liarla en la vía pública sin que sea delito, pero sí falta.
No consta tampoco que los componentes de Intel.ligència estén representados en Essència, el forúnculo contestario que le ha salido a Carme Forcadell, la presidenta de este magma de policías, sabios y aspirantes a espía cuyos perfiles oscilan entre Robocop y MacGyver, el agente de la Fundación Phoenix de la serie de televisión. Parece una broma, una estampa más del sainete catalán, pero es real, como el comienzo en pocas horas del día D, el 23 de abril, fecha a partir de la cual sólo faltarán doce meses para la proclamación de la república catalana. Y, según dicen, van en serio. Operaciones especiales y acciones estratégicas. Si gente así se sale con la suya, apaga y vámonos.