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Andalucía

Pedro de Tena

El bombazo "EREctoral" andaluz

Un expresidente de la Junta, Griñán y varios exconsejeros y exviceconsejeros de la Junta, podrían entrar en prisión.

Un expresidente de la Junta, Griñán y varios exconsejeros y exviceconsejeros de la Junta, podrían entrar en prisión.
José Antonio Griñán | EFE

No digo que sea posible ni que vaya a consumarse porque no lo sé. Lo que sí sé es que el PSOE y sus socios necesitan neutralizar el bombazo "EREctoral" para intentar darle la vuelta al descrédito moral, político y técnico que lo atenaza y limita en toda España, muy singularmente en Andalucía. Como saben, en mayo, días 4 y 5, en plena feria de abril de Sevilla, se van a examinar los recursos de las defensas y se procederá a dictar una sentencia que confirmará o no la condenatoria emitida por la Audiencia Provincial de Sevilla el 19 de noviembre de 2019.

Recuérdese que en dicha sentencia dos presidentes nacionales del PSOE, que también lo fueron de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves y José Antonio Griñán, fueron condenados, junto a 17 personas más que formaban parte de la cúpula socialista del gobierno andaluz. Chaves fue condenado a 9 años de inhabilitación especial. Griñán fue condenado a 6 años y 2 días de prisión y a 15 años de inhabilitación absoluta. Los delitos contemplados fueron los delitos de prevaricación en concurso medial con el delito de prevaricación agravado en el caso de Griñán y a un delito de prevaricación en el caso de Chaves.

Desde hace mucho la izquierda española, que se presentaba a sí misma como referente moral de las mayorías sociales, comenzó una caída que no cesa. Su insistencia en ser la guardiana del "bien" frente a las derechas malvadas quedó en entredicho a las primeras de cambio con el "himalaya" de casos de corrupción que afectaron a los gobiernos de Felipe González. A ello se unía el desprestigio político de unos partidos que pasaron del no al sí a la OTAN en un santiamén aportando dudas acerca de su conocimiento de la realidad internacional. Añádase su manifiesto deseo, no de gobernar en una democracia, sino de apoderarse de ella y sus instituciones, desde la justicia a la enseñanza, para ir terminando el cuadro de su decadencia. Si además se examina la gestión técnica de la economía que acabó en cifras de paro insoportable, se comprenderá que su deterioro haya sido progresivo e imparable.

La etapa de José Luis Rodríguez Zapatero, ahondó en el mismo barranco y abrió nuevos agujeros por los que Pedro Sánchez se ha esmerado en despeñarse. Su desparpajo antiético, su afección antinacional y su impericia técnica, que se demuestra en la calidad de sus ministros y en los ridículos últimos de su exhibición internacional, sitúa a las izquierdas de bloque de gobierno en una posición desesperada que conduce al fracaso electoral.

En este marco, la consolidación de una sentencia condenatoria del caso ERE, en plena precampaña electoral andaluza si Juan Manuel Moreno las convoca para junio, sería un mazazo para el socialismo nacional, no sólo el andaluz que naturalmente sufriría de forma inmediata la pena en las urnas. Las encuestas más fiables anticipan la derrota de un PSOE cuyo candidato tiene a la esposa imputada y de unos comunismos troceados, enfrentados y alucinados por Tereso-Kichis, Errejones y Yolandistas. Precisamente por eso anular el bombazo ERECtoral sería de extraordinaria ayuda para evitar un descalabro de proporciones históricas.

¿Cómo se conseguiría eso? Pues logrando una rectificación de la sentencia, de más o menos calado, pero siempre excluyendo las penas de cárcel y, en lo posible y según, las de inhabilitación. Eso daría alas electorales a las izquierdas certificando propagandísticamente que la corrupción sólo es patrimonio del centro derecha. ¿Tiene algo que ver esta posibilidad, entre otras muchas, con las insistentes presiones de Pedro Sánchez, ahora al PP de Alberto Núñez Feijóo como antes al de Pablo Casado, para la renovación del Consejo General del Poder Judicial?

De momento, en su escrito de 789 folios, los fiscales Fernando Prieto y Rafael Escobar ya han pedido al tribunal correspondiente de la Sala Segunda del Tribunal Supremo que ratifique en todos sus términos la sentencia condenatoria de la Audiencia de Sevilla. Si se consuma este bombazo "EREctoral", un expresidente de la Junta, Griñán y varios exconsejeros y exviceconsejeros de la Junta, podrían entrar en prisión. Impedir este cortejo penitenciario estará, digo yo, entre los intereses primarios de Pedro Sánchez. Otra cosa es que conseguirlo sea posible.

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