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Percival Manglano

Carmena impide resolver el misterio de su patrimonio

A la hora de la verdad, la tan cacareada transparencia que prometió Manuela Carmena brilla por su ausencia y aún quedan aspectos clave por aclarar.

El patrimonio de Manuela Carmena es un misterio. Son muchas las dudas que generan la adquisición de sus bienes inmuebles, el traspaso de los bienes que le hizo su marido y el pago de la famosa hipoteca (dudas que elaboro aquí). Este misterio llevó al Partido Popular a pedir la comparecencia de la alcaldesa de Madrid en el Pleno del Ayuntamiento del pasado 22 de diciembre.

Las explicaciones de la alcaldesa en dicho pleno se distinguieron por su confusión, confusión a la que contribuyó su manifiesto nerviosismo. No hubo forma humana de entender sus explicaciones. Por ello, decidí esperar al diario de sesiones provisional para intentar sacar algo en claro (la versión definitiva se colgará en breve en la web del Ayuntamiento). Tras leer el diario de sesiones varias veces, me reafirmo en la confusión de la explicación. Carmena está reñida con la sintaxis. Mi única duda al respecto es si esta confusión es buscada o no.

Dicho esto, merece la pena resumir lo (mal) dicho por Carmena para intentar avanzar en la resolución del misterio de su patrimonio. A eso dedicaré este artículo. Para ayudar a la exposición del misterio, seguiré el mismo esquema del anterior artículo y dividiré su misterio patrimonial en tres apartados.

1. La compra de la casa de Cristina Almeida

Carmena acordó en 2003 comprar un tercio del chalé de Cristina Almeida contiguo al suyo. El precio acordado fue de 180.000 euros. El pago se hizo en tres plazos de 60.000 euros cada uno entre 2003 y 2004. Dos de estos pagos, por valor de 120.000 euros, se hicieron en metálico.

A la respuesta de por qué pagó en metálico y de dónde sacó el dinero, Carmena mintió. Dijo literalmente:

No lo pagué en efectivo, porque vean ustedes que una cosa es el metálico y otra el efectivo, y lean lo que dice el banco. Les digo que lo pagué en talones al portador.

Prueba de su nerviosismo y confusión es que dijo que no pagó "en efectivo" cuando quiso decir que no pagó "en metálico". Cierto es que, para la Agencia Tributaria, no es lo mismo efectivo y metálico. Metálico es dinero contante y sonante. Efectivo es dinero o cheque o un medio de pago electrónico. Carmena intenta negar que pagase con dinero y afirma que pagó con un cheque. Pero la escritura de la compraventa desmiente a la hoy alcaldesa. Dicha escritura se encuentra en esta página web municipal. El notario certifica en la escritura que un ingreso de 60.000 euros se hizo "en metálico" y otro "en efectivo metálico". Al decir la escritura "metálico", no hay ninguna duda al respecto: Carmena pagó con billetes. El notario –responsable oficial de dar fe pública de los actos realizados ante él– dice que la compraventa se pagó mayoritariamente en metálico y así debemos entender que ocurrió, por mucho que Carmena lo intente negar ahora.

Carmena miente también cuando dice que no es la propietaria del tercio del chalé de Almeida y que sólo tiene el derecho de uso. La fórmula utilizada por Carmena en su declaración fue ambigua. Habló de

la tercera parte indivisa adquirida de la finca colindante que me da derecho al uso de unos espacios que forman parte, desde hace más de doce años, de mi vivienda familiar.

La web municipal Versión Original es mucho más clara. Dice:

El IBI de la vivienda de Almeida es abonado íntegramente por ella, ya que Carmena compró el derecho de uso pero no la propiedad.

La escritura, una vez más, desmiente a Carmena. Dice:

Doña María Cristina Almeida Castro, vende y transmite el pleno dominio de una tercera parte indivisa (…) a Doña Manuela Carmen (sic) Castrillo, que la compra y adquiere para su privativo patrimonio.

Carmena es dueña de ese tercio del chalé y, como tal, debería pagar su IBI. Decir lo contrario es mentir.

Une tercera cuestión que Carmena sigue sin acarar se refiere a las licencias urbanísticas necesarias para unir su chalé al de Almeida. Como ha contado la propia Almeida a LD, la compraventa se realizó para conectar el chalé pareado de Carmena al de su hija, que se encuentra al otro lado del de Almeida. Una obra de estas dimensiones, por la que se conectan tres chalés entre sí, necesitaría tanto de la autorización de la comunidad de propietarios como de una licencia municipal. ¿Las obtuvo Carmena? No lo sabemos. Como tampoco sabemos por qué tardó 5 años en elevar a escritura pública la compra del tercio del chalé de Almeida (la escritura es de 2009, cuando la compraventa se hizo en 2003-2004).

2. La disolución de la sociedad de gananciales

En noviembre de 2010, Carmena y su marido liquidaron la sociedad de gananciales que afectaba a su vivienda y a la empresa i3 Consultores. Carmena se quedó con el 100% de una vivienda que valía más de un millón de euros y su marido con el 100% de una empresa que había dejado de pagar a sus trabajadores por sus graves problemas económicos. Cuando la Justicia dio la razón a los trabajadores del marido de Carmena y obligó a éste a pagarles y a indemnizarles, evitó hacerlo declarándose insolvente.

Esto derivó en una querella de varios extrabajadores de i3 Consultores contra Carmena y su marido por alzamiento de bienes. La querella fue sobreseída en 2013. Otras dos querellas se han presentado desde entonces contra Carmena y su marido, una de las cuales aún está en curso. Todo esto llevó a Carmena a decir lo siguiente:

Estas dos querellas no solamente han sido presentadas en el filo justo de los procesos electorales, sino que han tenido muy buen cuidado los que las han presentado, a la vista del fracaso, naturalmente, de que es cosa juzgada y que no se puede volver a plantear.

El Juzgado número 15 de Madrid dictó el 10 de septiembre de 2013 un "auto de sobreseimiento provisional" de la querella. Carmena, pues, falta a la verdad cuando dice que es "cosa juzgada". No lo es porque no ha habido una sentencia judicial firme, sólo un auto de sobreseimiento provisional. Los extrabajadores no recurrieron el auto del juez porque no tenían dinero para hacerlo. Uno hubiese pensado que una juez como Carmena sabría la definición correcta de cosa juzgada.

En todo caso, Carmena no aclaró en su comparecencia por qué eligió la fecha de noviembre de 2010 para separar su patrimonio del de su marido. No parece casualidad que lo hiciese justo cuando la empresa de éste estaba abocada a un concurso de acreedores.

A resultas de esta y de otras operaciones entre Carmena y su marido, lo cierto es que, a día de hoy, Carmena tiene un patrimonio de 2,5 millones de euros, su marido se declara insolvente y a los exempleados de su marido se les adeudan 500.000 euros.

3. El pago de su hipoteca

Carmena hipotecó su chalé en septiembre de 2011. A cambio, recibió cerca de 500.000 euros. Canceló la hipoteca de golpe en marzo de 2015, escasos días antes de anunciar su candidatura a la Alcaldía de Madrid. ¿De dónde sacó el dinero para hacerlo? Esta fue la explicación que dio Carmena el 22 de diciembre:

Tuve que vender propiedades que tenía con anterioridad a esa situación y que procedían, entre otras cosas, de la herencia de mi madre. ¿Qué quieren, que les traiga aquí también la escritura de la herencia de mi madre, de la de mi padre y de dos tías solteras que vivían con nosotros?

Fue, al parecer, gracias a una herencia. Palabra de Carmena. Sobre la fecha elegida para cancelar la hipoteca no dijo nada.

En resumen, la comparecencia de Carmena sirvió, en vez de para resolver el misterio de su patrimonio, para enredarlo aún más. Su estilo confuso y desordenado, sus mentiras, sus medias verdades y sus ocultaciones hacen que los madrileños todavía no sepan qué hay detrás de las numerosas interrogaciones suscitadas. La tan cacareada transparencia prometida por Carmena brilla por su ausencia.

Percival Manglano, concejal del PP en el Ayuntamiento de Madrid.

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