Carmena y los suyos llegaron a la Alcaldía de Madrid a lomos de distintas emergencias sociales: los desahucios, los 25.000 niños que vagaban desnutridos por la ciudad, la pobreza energética...
Pocas noticias como la de que Carmena había cerrado su Oficina Antidesahucios al cabo de un año de abrirla porque "había pocos casos" (sic) habían demostrado hasta ahora cuán irreal era su relato social. Pero esta semana Carmena y los suyos han ido mucho más allá. Les invito a tener este ejemplo en mente cada vez que un político de izquierdas se refiera a su acreditada sensibilidad social. Abróchense los cinturones.
El punto de partida de la historia son los recortes que el Gobierno de Carmena hizo a lo largo de 2017. Había presupuestado mal al prever gastos que superaban lo permitido por la Ley de Estabilidad Presupuestaria. Esto provocó la intervención del Ministerio de Hacienda y, tras un largo tira y afloja que le costó el cargo al anterior concejal delegado de Hacienda, Carmena no tuvo más remedio que ajustar su presupuesto a lo requerido por la ley.
La consecuencia práctica fueron recortes de más de 546 millones de euros en 2017. El área en el que más recortes hubo fue el de Equidad y Derechos Sociales: casi 114 millones.
Esto es llamativo, habida cuenta de que el de Derechos Sociales no es, ni de lejos, el área con mayor presupuesto municipal. De hecho, es el cuarto.
El área con mayor presupuesto es el de Medio Ambiente y Movilidad (un sarcasmo en estas fechas en Madrid), el cual, en 2017, casi triplicaba el de Derechos Sociales: 1.106 millones frente a 423. Pese a estas cifras, el área Social tuvo recortes, insisto, de 114 millones de euros, mientras que los de Medio Ambiente fueron de 78 millones.
Como consecuencia de estos recortes, el área Social se quedó sin el 27% de su presupuesto total.
En resumen, en el momento de decidir dónde debían recortar, la alcaldesa y sus concejales se cebaron con los asuntos sociales.
Los mismos que llegaron al Gobierno municipal denunciado todo tipo de emergencias sociales, los que pusieron al área social el nombre de Derechos Sociales para enfatizar que los madrileños tenían el derecho a recibir una atención social, cuando tuvieron que recortar, recortaron prioritariamente en lo social.
Para paliar los efectos de estos recortes sociales, el PP propuso en el último Pleno municipal lo siguiente: cerrar la radio municipal y destinar sus fondos al área social.
Porque en 2017, el año de los recortes sociales, lo fue de bonanza para Radio M-21, más conocida como Radio Carmena.
Se le presupuestó un gasto de 1,2 millones de euros. Y finalmente gastó 1,6.
Es decir, mientras que al área de Derechos Sociales le quitaban el 27% de su presupuesto, a Radio Carmena se lo aumentaban un 25.
¿Cómo puede ser esto? No hay más que ver el desglose de los gastos de Radio Carmena para explicarlo. El sentido de la radio no es emitir; es colocar a afines a Podemos. Radio Carmena es Radio Colocao. Más de la mitad de sus gastos –casi un millón de euros– se va en personal; en pagar a su director, a sus 6 trabajadores fijos, a los 96 colaboradores y a los 16 colaboradores de la revista de la radio.
Frente a estos gigantescos gastos, la audiencia de la radio es liliputiense: 400 oyentes diarios, en función de sus datos online (Carmena se niega a que la audiencia de la radio se someta al escrutinio del Estudio General de Medios).
Para evitar este disparate, el PP propuso que los 1,6 millones de euros de Radio Carmena se gastasen en un servicio con un coste equivalente de servicios sociales. Por ejemplo:
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En 9.000 servicios de teleasistencia para mayores durante un año.
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En 7.700 ayudas de comedor escolar durante un año.
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En 1.100 ayudas a domicilio para mayores.
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En 50 viviendas para personas sin hogar.
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O en 100 plazas de estancia breve y temporal para víctimas de violencia de género.
El punto 4 es particularmente relevante a la luz de esta noticia publicada la semana pasada: "Madrid está en un estado de emergencia social". El titular es una cita literal de un concejal del PSOE, pronunciada durante la Comisión de Asuntos Sociales celebrada a finales de febrero y en la que se puso de relieve que los recursos de emergencia municipal para la gente más necesitada están desbordados. La concejala responsable de Asuntos Sociales admitió esta situación.
Más aún, en una comparecencia de la alcaldesa ante el Pleno, la propia Sra. Carmena dijo estar dispuesta a hacer "lo que hiciese falta" para resolver dicho problema.
Bueno, pues ante esta situación de emergencia social admitida por Carmena y por el PSOE, en un contexto de graves recortes de los recursos sociales, ¿qué creen ustedes que hicieron Ahora Madrid y el PSOE ante la posibilidad de cerrar una radio sin oyentes pero con muchos colocaos para dedicar sus recursos a atender la emergencia social?
Exactamente, votaron en contra. La radio continuará y los recortes sociales también. Sí se puede.
Percival Manglano, concejal del Partido Popular del Ayuntamiento de Madrid.