Cebrián, Sebastián, Piqué y otros

Alguien que parece Juan Cruz imita a Franco en la Ser para anunciar la última novela de Juan Luis Cebrián, Francomoribundia, o algo así. Qué gran ejemplo el de este prohombre. Tánto consejo de administración, tánta intriga, tántos artículos de opinión trascendentales, tánta familia, tántas obligaciones sociales, nada logra detener el flujo impetuoso de su creatividad narrativa. La cosa se vende como si aquel hubiera sido el año que vivimos peligrosamente (quién nos lo iba a decir, Jesús) ¿No era o estaba a punto de ser el jefe de informativos de la tele única? Un genio. Sería estupendo que algún colega de aquellos años, nos hiciera una reseña con gracia.

Pablo Sebastián –su efigie greca en la tele de la gran deuda– dijo en el telediario del domingo algo así como que lo suyo, su Estrella, es equidistante de lo existente. Nos dieron un ejemplar del número uno, gratis total, en el Retiro. Anda que si se llegan a enterar los quiosqueros se la arman buena. Muy grande, muy ampuloso, demasiado volumen, de difícil manejo. Un detalle muy fino, el escudito de Mariscal. Ni caro ni barato, sino todo lo contrario, pero por qué vamos a cargar con semejante fardo si nos da tan poco más que lo que sigue ofreciendo en la red. No entramos en otros interrogantes de gestión que se nos ocurren para que no se diga. Tampoco le ha entusiasmado a El Semanal Digital, pero lo cuenta con mucha delicadeza: Las manos del equipo profesional, lo mejor de la Estrella

El 11 de julio dice El Confidencial que se producirá la crisis Piqué de Gobierno, la última previa a la designación del sucesor. También dice que el de Vilanova i la Geltrù está cansado, que si por él fuera, lo dejaba antes que pasar el bochorno de obtener un resultado mediocre y quedarse al frente del cuarto grupo político del parlamento catalán. Aunque mucho peor sería que fuera cabeza del quinto. Es muy difícil dejar el rabo del león para ir al del ratón, habiendo tántos negocios alrededor.

Felicitamos a e-noticies por haber conseguido publicidad de la Consejería de Cultura de la Generalidad. Hoy nos informa de que esa misma dependencia autonómica le acaba de dar al Avui 1,3 millones de euros de subvención para el mantenimiento y continuidad de la edición del diario durante el año 2003. Se lleva este diario casi la mitad de las subvenciones culturales repartidas el 19 de mayo. Le sigue la Fundación Tàpies con 300.000 y el festival de Teatro de Sitges, con 240.000. La cantidad más pequeña, 6.000 euros, le corresponde a la Universidad de Barcelona para que siga funcionando el laboratorio de datación por radiocarbono.

Miguel Ángel Valero cuenta en La Gaceta lo que va a pasar en Caja Madrid antes de que Simancas trate de colocar a un progre, o sea, un afín, de presidente. Hay una primera etapa electoral que durará hasta el 13 de octubre en la que se renuevan 172 (de 320) consejeros generales. 40 proceden de la Asamblea de Madrid, en función de los votos logrados. Cien de los ayuntamientos donde hay oficinas de la entidad, en función del volumen de negocio de éstas. Los otros 32 son nombrados por entidades culturales y sociales. Hasta dentro de dos años no toca cambiar a los 36 representantes de los empleados y a los 112 de los clientes-impositores. Con la nueva asamblea, se elegirá a los 21 miembros del consejo de administración (tres de la comunidad, siete de los ayuntamientos, dos de las entidades. Siguen los de los sindicatos, dos, y los de los impositores, siete). Al final, se calcula que el PP perderá uno, para quedarse con ocho, que será ganado por el PSOE, seis; IU, seguirá con dos. Para nombrar nuevo presidente, se requieren 14 votos. Serán necesarias, pues, subastas varias. No parece que al señor Simancas le baste con desearlo.

Altos cargos del Ejército se asoman a los periódicos con motivo de la tragedia turca. Luis Alejandre Sintes, jefe del Estado Mayor del Ejército, un menorquín de 61 años, ilustrado y prudente, con experiencia en misiones humanitarias, dice en La Vanguardia cosas muy sensatas: Es fácil decir ahora que es necesario un mayor presupuesto. Esto hay que decirlo en su momento. Se lamenta del escaso calado en la, llamámosle así, sociedad de lo que significa la defensa. “Cuando se invierte en seguridad se está invirtiendo finalmente en libertades”, nos recuerda. Vamos a ver si, entre unas cosas y otras, entre todos lo logramos finalmente.

Otro gran asunto lleva el diario barcelonés a su portada, el apoyo conseguido por Schroeder de su partido (90%) para llevar a cabo la poda del estado de bienestar alemán. Giro histórico, lo llama, y derrota del ala izquierda socialista. “Es un profundo cambio de orientación, comparable con el de Bad Godesberg”, parece ser que ha dicho un politólogo llamado Peter Lösche. En Bad Godesberg, en 1959, aclara La Vanguardia, los socialdemócratas renunciaron al marxismo. No les faltan antecedentes a los socialistas españoles.


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