La DANA, sigla de "Depresión Aislada en Niveles Altos", ocurre cuando una masa de aire frío se separa del flujo atmosférico habitual a altitudes de entre 5.000 y 9.000 metros. Este suceso se intensifica al encontrarse con aire cálido y húmedo, especialmente en zonas cercanas al Mediterráneo, lo que desencadena lluvias torrenciales y tormentas severas. La reciente DANA en la Comunidad Valenciana ha sido realmente destructiva, causando al menos 70 fallecimientos y daños materiales severos.
Diferencia entre DANA y "gota fría"
El término DANA fue impuesto por meteorólogos españoles en los años 80 para diferenciar este fenómeno específico de lo que comúnmente se conoce como "gota fría". Mientras que "gota fría" se utiliza en el Mediterráneo para describir lluvias intensas en general, no siempre implica la presencia de una DANA, ya que puede ocurrir sin una masa de aire frío en altura. A diferencia de esto, una DANA tiene un ciclo de vida propio, lo que le permite permanecer estacionaria en una región durante horas o días, aumentando así su potencial destructivo.
El carácter destructivo de una DANA radica en su independencia, porque al quedar aislada del flujo atmosférico general puede quedarse sobre una región durante horas, descargando lluvias intensas en zonas específicas. Esto explica por qué el fenómeno puede resultar más peligroso que la conocida "gota fría," que suele utilizarse de forma general para cualquier lluvia potente en la zona Mediterránea. Ante esta situación, la comunidad científica continuará estudiando estas complejas interacciones con el fin de mejorar los sistemas de prevención y respuesta.