
En situaciones de emergencia, como un accidente de tráfico, un desastre natural o cualquier incidente que ponga en riesgo la vida de las personas, saber cómo actuar de manera rápida y eficaz puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Uno de los métodos más conocidos y efectivos para abordar estas situaciones es el método PAS, cuyas siglas significan Proteger, Alertar y Socorrer.
La Policía Nacional ha recordado a través de sus redes sociales este protocolo para mantener la seguridad en todo tipo de accidentes, pero sobre todo en carreteras, donde en muchas ocasiones las buenas intenciones pueden acabar en tragedia.
Proteger: garantizar la seguridad del entorno
El primer paso del método PAS es ‘Proteger’. Este paso tiene como objetivo asegurar que tanto el accidentado como el que acude en su ayuda y cualquier otra persona involucrada estén a salvo de peligros adicionales. En un accidente de tráfico, por ejemplo, lo primero que debe hacerse es asegurar la zona para evitar que se produzcan más daños. Esto implica estacionar el vehículo en un lugar seguro, encender las luces de emergencia y colocar los triángulos de señalización a una distancia adecuada para alertar a otros conductores.
En otros tipos de accidentes, como un incendio o un derrumbe, es crucial evaluar los riesgos antes de actuar. Si el entorno es inseguro – por ejemplo, si hay fuego, humo tóxico o estructuras inestables—, no se debe intervenir directamente, ya que esto podría poner en peligro la vida del que acude a socorrer. En estos casos, lo más importante es mantener la calma y esperar a que lleguen los profesionales capacitados para manejar la situación.
¿Sabes qué hacer en caso de accidente? 🚑
💡Sigue el protocolo PAS:
👉Protege el lugar del accidente
— Policía Nacional (@policia) March 6, 2025
👉Avisa a los servicios de emergencia
👉Socorre a las víctimas en la medida de lo posible#SeguridadVial #ProtocoloPAS pic.twitter.com/g2W3GVXSer
Alertar: solicitar ayuda profesional
El segundo paso del método PAS es ‘Alertar’. Una vez que se ha asegurado la zona, es fundamental contactar con los servicios de emergencia lo antes posible. En la mayoría de los países, el número de emergencias es el 112, aunque puede variar según la región. Al llamar, es importante proporcionar información clara y concisa sobre lo ocurrido, incluyendo:
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Ubicación exacta del accidente: especificar la dirección, puntos de referencia o coordenadas si es posible.
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Número de víctimas: indicar cuántas personas están heridas y su estado aparente.
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Tipo de accidente: describir si se trata de un choque, un incendio, una caída, etc.
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Riesgos adicionales: informar sobre cualquier peligro potencial al que pueda estar expuesto.
Mantener la calma durante la llamada es crucial para que los servicios de emergencia puedan actuar de manera eficiente. Además, es recomendable no colgar el teléfono hasta que el operador lo indique, ya que podrían necesitar más información o dar instrucciones específicas.
Socorrer: brindar ayuda inmediata
El tercer y último paso del método PAS es ‘Socorrer’. Una vez que se ha protegido la zona y se ha alertado a los servicios de emergencia, es momento de prestar ayuda a las víctimas. Sin embargo, es importante recordar que, a menos que se tenga formación médica, no se deben realizar maniobras complejas que puedan agravar las lesiones. En cambio, se deben seguir estas pautas básicas:
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Evaluar el estado de la víctima: verificar si está consciente, si respira y si tiene hemorragias graves.
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Mantener la calma y tranquilizar a la víctima: hablar con ella de manera calmada y asegurarle que la ayuda está en camino.
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Controlar hemorragias: si hay sangrado, se debe aplicar presión sobre la herida con un paño limpio o una venda.
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No mover a la víctima: a menos que sea absolutamente necesario (por ejemplo, si hay riesgo de explosión o incendio), no se debe mover a una persona accidentada, ya que podría tener lesiones internas o en la columna vertebral.
En caso de que la víctima esté inconsciente pero respire, se debe colocarla en posición lateral de seguridad para evitar que se ahogue con su propia lengua o vómito. Si no respira, se debe iniciar la reanimación cardiopulmonar (RCP) solo si se tiene conocimiento de cómo hacerlo correctamente.

