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ARQUEOLOGÍA

Encuentran el fósil de un reptil que caminó erguido mucho antes que los dinosaurios

Mucho antes de que los dinosaurios habitaran la Tierra, existió un reptil que se transformó en el primer animal bípedo conocido y lo hizo aparentemente para escapar de sus perseguidores, aseguraron científicos de la Universidad de Toronto (Canadá) y del Museo Natural de Pittsburg, en Pennsylvania (EEUU) que estudiaron un fósil de este animal encontrado en Alemania. El Eudibamus Cursoris, como se le ha nombrado, vivió hace unos 290 millones de años, mucho antes de la aparición de los primeros dinosaurios, y fue el primero en adoptar la postura erguida y desplazarse sobre sus extremidades inferiores.

Hasta ahora se creía que los primeros vertebrados pertenecían a la familia de los dinosaurios, pero este reptil no sólo no está emparentado a estos animales, sino que vivió 60 millones antes de que apareciesen los grandes saurios. El Eudibamus Cursoris pertenece a una fase muy primitiva de los vertebrados, pues en la época en que vivió la fauna que existía sobre la Tierra se movía de modo pesado. Los animales más ágiles, como lo son los mamíferos aparecieron casi 100 millones de años más tarde.

“Sólo ha habido un par de momentos en la evolución de la historia en los que los animales han abandonado la postura arrellanada, como la que tiene un lagarto de cuatro patas y se han erguido”, explicó el investigador Robert Reisz de la Universidad de Toronto. “Ocurrió una vez en los dinosaurios y otra vez en los mamíferos. Por lo tanto encontrar el ejemplo de un animal que hizo esto antes que los dinosaurios o los mamíferos es particularmente excitante”, agregó.

Según los expertos, este reptil en sus momentos más lentos se movía como un cuadrúpedo, pero en cuanto se veía implicado en una situación de peligro, adoptaba la postura erguida y se impulsaba apoyándose en los tobillos de sus patas traseras, como lo hace en la actualidad el basilisco, un pequeño saurio de la familia de los agámidos. Los antebrazos de sus extremidades superiores son relativamente más cortos que los que corresponderían a un animal de su clase, mientras que sus patas traseras son relativamente largas.

El fósil del reptil presenta, además, la parte inferior de las patas más desarrolladas que en otros reptiles y una larga cola que los investigadores creen que servía como “timón” para nivelar los desplazamientos de su cuerpo cuando corría a dos patas. Asimismo, los dientes del fósil indican que el animal comía vegetales y por tanto no precisaba corren en pos de las presas. Este dato ha hecho pensar a los investigadores que este reptil desarrolló esa habilidad para escapar de sus perseguidores y salvar su vida.

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