L.D. / EFE.-
La Policía comprobó tras los hechos que la pistola era simulada, igual y con el mismo sonido al disparar que una real, aunque sin que llegue a salir proyectil por el cañón, por lo que no se puede comprobar si es auténtica o no hasta que no es desmontada, añadieron las fuentes.
Los hechos sucedieron hacia las 11.30 horas en la biblioteca municipal, situada en la Plaza Cronista Chabert de Sagunto, donde el joven, cuya identidad no fue facilitada, entró armado con la pistola simulada y se dirigió a una trabajadora en prácticas, al parecer su ex novia, a la que dijo que se había tomado un trago de amoniaco, según fuentes municipales.
La comisaría de Sagunto recibió entonces un aviso en el que se indicaba que una persona se iba a suicidar, por lo que agentes de Policía de Proximidad se desplazaron al lugar de inmediato. Al verles, el joven efectuó dos disparos, por lo que se desalojó la biblioteca y la Policía acordonó la zona y estableció un dispositivo de seguridad para evitar que cualquier persona se acercara al lugar.
Agentes de la Policía, al mismo tiempo, contactaron telefónicamente con el joven, quien les explicó que su novia le había dejado y otros detalles de su vida personal, entre ellos que se ve obligado a llevar una pierna ortopédica y que, pese a su preparación no encuentra trabajo.
Poco después llegaron al lugar efectivos de los Grupos Especiales de Operaciones (GEO), que rodearon el edificio, mientras otros agentes trataban de convencer de que saliera de la biblioteca al joven, quien pidió tabaco. Varios policías entraron entonces en la biblioteca y le localizaron tras un mostrador, por lo que uno de los agentes se aproximó para darle el tabaco, momento en que el joven sacó la pistola y efectuó un disparo.
El policía, como medida de protección, se tiró al suelo y los compañeros que iban tras él, al observar que hacía ademán de volver a disparar, dispararon a su vez y le hirieron de muerte.
Los hechos sucedieron hacia las 11.30 horas en la biblioteca municipal, situada en la Plaza Cronista Chabert de Sagunto, donde el joven, cuya identidad no fue facilitada, entró armado con la pistola simulada y se dirigió a una trabajadora en prácticas, al parecer su ex novia, a la que dijo que se había tomado un trago de amoniaco, según fuentes municipales.
La comisaría de Sagunto recibió entonces un aviso en el que se indicaba que una persona se iba a suicidar, por lo que agentes de Policía de Proximidad se desplazaron al lugar de inmediato. Al verles, el joven efectuó dos disparos, por lo que se desalojó la biblioteca y la Policía acordonó la zona y estableció un dispositivo de seguridad para evitar que cualquier persona se acercara al lugar.
Agentes de la Policía, al mismo tiempo, contactaron telefónicamente con el joven, quien les explicó que su novia le había dejado y otros detalles de su vida personal, entre ellos que se ve obligado a llevar una pierna ortopédica y que, pese a su preparación no encuentra trabajo.
Poco después llegaron al lugar efectivos de los Grupos Especiales de Operaciones (GEO), que rodearon el edificio, mientras otros agentes trataban de convencer de que saliera de la biblioteca al joven, quien pidió tabaco. Varios policías entraron entonces en la biblioteca y le localizaron tras un mostrador, por lo que uno de los agentes se aproximó para darle el tabaco, momento en que el joven sacó la pistola y efectuó un disparo.
El policía, como medida de protección, se tiró al suelo y los compañeros que iban tras él, al observar que hacía ademán de volver a disparar, dispararon a su vez y le hirieron de muerte.
