L.D. / EFE.-
La mayoría de los denunciantes pertenecen al millar de personas que resultaron heridas por la explosión -en la que murieron 29 personas- pero también forman parte del grupo un empresario que debió suspender su actividad a causa del siniestro y una asociación de vecinos. "El objetivo de estas denuncias es no dejar que (el asunto) se resuelva por el procedimiento civil a través de los seguros, ya que ese proceso costará muchísimo tiempo", indicó el abogado que los representa, Guy Debuisson.
"Hay tal pasividad en la prevención de riesgos", subrayó el abogado, que la explosión del pasado viernes debe considerarse un "acto voluntario", aunque las autoridades aseguran que hay un 99 por ciento de posibilidades de que fuese un accidente.
La exigencia de responsabilidades por el siniestro consiguió reunir anoche a unas 3.000 personas, que se manifestaron en el centro de Toulouse convocadas por un colectivo autodenominado "Nunca más", formado por militantes ecologistas y partidos de izquierda. El ayuntamiento de la ciudad votó por unanimidad (únicamente se abstuvo un concejal comunista) una moción para exigir el desplazamiento de todas las plantas químicas fuera de la ciudad.
Los alcaldes de las dos mayores ciudades francesas después de París, Lyon y Marsella, también manifestaron su intención de que se trasladen las fábricas químicas asentadas ahora junto a los núcleos urbanos.
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"Hay tal pasividad en la prevención de riesgos", subrayó el abogado, que la explosión del pasado viernes debe considerarse un "acto voluntario", aunque las autoridades aseguran que hay un 99 por ciento de posibilidades de que fuese un accidente.
La exigencia de responsabilidades por el siniestro consiguió reunir anoche a unas 3.000 personas, que se manifestaron en el centro de Toulouse convocadas por un colectivo autodenominado "Nunca más", formado por militantes ecologistas y partidos de izquierda. El ayuntamiento de la ciudad votó por unanimidad (únicamente se abstuvo un concejal comunista) una moción para exigir el desplazamiento de todas las plantas químicas fuera de la ciudad.
Los alcaldes de las dos mayores ciudades francesas después de París, Lyon y Marsella, también manifestaron su intención de que se trasladen las fábricas químicas asentadas ahora junto a los núcleos urbanos.
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