L D (EFE)
Robles aseguró en conferencia de prensa que, entre los adolescentes, el consumo de alcohol se multiplica a partir de las doce de la noche, hora a partir de las cual se produce una "escalada" en las ingestas, por lo que abogó por el papel de los padres a la hora de poner límites a sus hijos cuando se trata de combatir costumbres como las "botellonas" o masivas reuniones nocturnas en la vía pública. Los datos concretos del estudio anticipado por Robles serán dados a conocer en el Congreso "Jóvenes, noche y alcohol", que se celebrará en Madrid entre el 12 y el 14 de febrero.
El delegado aseguró no ser partidario de las "medidas excepcionales" o policiales para combatir la "movida" juvenil y serlo de la prevención y la educación, si bien advirtió que para los establecimientos que dispensan bebidas a menores de edad las sanciones son "débiles" con respecto a las ganancias que esta actividad les produce. Sobre la "movida", Robles dijo que le preocupa el derecho al descanso de la gente, pero que lo que más le preocupa "es que haya adolescentes cogiéndose tajadas de muerte los fines de semana".
Según la última encuesta que el Comisionado hace cada dos años entre escolares de 14 a 18 años, el 76 por ciento ha probado el alcohol y el 58 por ciento de ellos lo hace habitualmente, si bien el 43 por ciento bebe sólo durante el fin de semana, y el 15 por ciento también los días laborables. El 40 por ciento de los escolares entre 14 y 18 años se ha emborrachado alguna vez, el 20 por ciento se emborrachó en los treinta días previos a hacérsele la encuesta y el 11,8 por ciento ha tenido episodios abusivos con el alcohol durante el fin de semana aunque no hayan terminado en embriaguez.
La percepción del riesgo que tienen del abuso de alcohol es "muy escasa", de modo que el 30 por ciento de los de 18 años han conducido bajo los efectos del alcohol o iban de pasajeros con un conductor que lo había hecho. Para demostrar la envergadura del problema, el delegado comparó los jóvenes muertos por heroína, que el peor año, en 1985, fueron 1.200 (el año pasado sólo 300 personas murieron por esta droga en España) con los 2.000 jóvenes muertos en 2001 por accidentes relacionados con el abuso de alcohol.
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El delegado aseguró no ser partidario de las "medidas excepcionales" o policiales para combatir la "movida" juvenil y serlo de la prevención y la educación, si bien advirtió que para los establecimientos que dispensan bebidas a menores de edad las sanciones son "débiles" con respecto a las ganancias que esta actividad les produce. Sobre la "movida", Robles dijo que le preocupa el derecho al descanso de la gente, pero que lo que más le preocupa "es que haya adolescentes cogiéndose tajadas de muerte los fines de semana".
Según la última encuesta que el Comisionado hace cada dos años entre escolares de 14 a 18 años, el 76 por ciento ha probado el alcohol y el 58 por ciento de ellos lo hace habitualmente, si bien el 43 por ciento bebe sólo durante el fin de semana, y el 15 por ciento también los días laborables. El 40 por ciento de los escolares entre 14 y 18 años se ha emborrachado alguna vez, el 20 por ciento se emborrachó en los treinta días previos a hacérsele la encuesta y el 11,8 por ciento ha tenido episodios abusivos con el alcohol durante el fin de semana aunque no hayan terminado en embriaguez.
La percepción del riesgo que tienen del abuso de alcohol es "muy escasa", de modo que el 30 por ciento de los de 18 años han conducido bajo los efectos del alcohol o iban de pasajeros con un conductor que lo había hecho. Para demostrar la envergadura del problema, el delegado comparó los jóvenes muertos por heroína, que el peor año, en 1985, fueron 1.200 (el año pasado sólo 300 personas murieron por esta droga en España) con los 2.000 jóvenes muertos en 2001 por accidentes relacionados con el abuso de alcohol.
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