L D (EFE)
La Policía baraja diversas hipótesis sobre los asesinatos de dos mujeres en un mismo aparcamiento del barrio del Putxet de Barcelona, desde la actuación de un perturbado hasta la de un sicario que mató a una de las víctimas por error, en unos crímenes que han sembrado el miedo entre los vecinos.
Fuentes próximas a la investigación han indicado que la Policía, en principio, sólo da por seguro que los dos crímenes, cometidos con once días de diferencia, han sido perpetrados por la misma persona o personas. Sin embargo, se barajan diversas hipótesis sobre el móvil del autor o autores. Al respecto, las mismas fuentes se inclinan porque los asesinatos sean obra de un perturbado que ha repetido la acción al ver que la primera vez actuó con total impunidad.
Otra hipótesis abierta es la posibilidad de que los crímenes hubiesen sido cometidos por un sicario que se habría equivocado con la primera víctima, María dels Angels R.B., de 49, asesinada el pasado 11 de enero. Una tercera hipótesis, la menos plausible, sería la de un asesino en serie, en el sentido de un criminal que mata sistemáticamente con un mismo ritual y que suele dejar algún tipo de mensaje, pero este punto no se ha dado en este caso, según han dicho estas fuentes.
Además, en ambos crímenes se ha utilizado una forma de matar distinta, ya que la primera mujer murió acuchillada y la segunda, María Teresa de Diego Rodríguez, de 46 años, fue asesinada a golpes. Sin embargo, destacan algunas similitudes entre las víctimas y el escenario de los crímenes. Ambas tenían casi la misma edad, eran atractivas, guardaban cierto parecido físico y también tenían en común que dejaban su coche en la plaza número 15, aunque de dos plantas diferentes, del citado aparcamiento, en el número 28 de la calle Bertrán de Barcelona.
A ello se une que el autor o autores de los asesinatos, al parecer, dejó dos bolsas de plástico sobre los cadáveres de las mujeres y que sus cuerpos aparecieron a escasos tres metros de distancia en la misma quinta planta del aparcamiento subterráneo. Además, las dos plazas número 15 están situadas cerca de la puerta de acceso a la escalera del aparcamiento.
El asesino o asesinos han escogido un lugar seguro para sus acciones, un aparcamiento intrincado de 102 plazas y cinco plantas carente de vigilancia, y hasta las horas de los homicidios tendrían cierta similitud ya que se habrían cometido de día, aunque los cuerpos se encontraron horas después.
La policía busca también algún posible punto de conexión entre ambas víctimas, aunque ninguna de ellas vivía en la zona y el hecho de compartir aparcamiento obedece a que tenían sus trabajos cerca. Tras el segundo crimen, la policía ya ha iniciado una investigación en el entorno más inmediato de la segunda víctima, cuyo marido, Ruperto Bilbao, posee un gimnasio muy cercano llamado Putxet y situado en el 61 de la calle Río Rosas. Sobre el asesinato de hace doce días, las mismas fuentes han indicado que se ha investigado el entorno familiar y de amistades y conocidos de la víctima y no se ha encontrado ninguna pista.
Fuentes próximas a la investigación han indicado que la Policía, en principio, sólo da por seguro que los dos crímenes, cometidos con once días de diferencia, han sido perpetrados por la misma persona o personas. Sin embargo, se barajan diversas hipótesis sobre el móvil del autor o autores. Al respecto, las mismas fuentes se inclinan porque los asesinatos sean obra de un perturbado que ha repetido la acción al ver que la primera vez actuó con total impunidad.
Otra hipótesis abierta es la posibilidad de que los crímenes hubiesen sido cometidos por un sicario que se habría equivocado con la primera víctima, María dels Angels R.B., de 49, asesinada el pasado 11 de enero. Una tercera hipótesis, la menos plausible, sería la de un asesino en serie, en el sentido de un criminal que mata sistemáticamente con un mismo ritual y que suele dejar algún tipo de mensaje, pero este punto no se ha dado en este caso, según han dicho estas fuentes.
Además, en ambos crímenes se ha utilizado una forma de matar distinta, ya que la primera mujer murió acuchillada y la segunda, María Teresa de Diego Rodríguez, de 46 años, fue asesinada a golpes. Sin embargo, destacan algunas similitudes entre las víctimas y el escenario de los crímenes. Ambas tenían casi la misma edad, eran atractivas, guardaban cierto parecido físico y también tenían en común que dejaban su coche en la plaza número 15, aunque de dos plantas diferentes, del citado aparcamiento, en el número 28 de la calle Bertrán de Barcelona.
A ello se une que el autor o autores de los asesinatos, al parecer, dejó dos bolsas de plástico sobre los cadáveres de las mujeres y que sus cuerpos aparecieron a escasos tres metros de distancia en la misma quinta planta del aparcamiento subterráneo. Además, las dos plazas número 15 están situadas cerca de la puerta de acceso a la escalera del aparcamiento.
El asesino o asesinos han escogido un lugar seguro para sus acciones, un aparcamiento intrincado de 102 plazas y cinco plantas carente de vigilancia, y hasta las horas de los homicidios tendrían cierta similitud ya que se habrían cometido de día, aunque los cuerpos se encontraron horas después.
La policía busca también algún posible punto de conexión entre ambas víctimas, aunque ninguna de ellas vivía en la zona y el hecho de compartir aparcamiento obedece a que tenían sus trabajos cerca. Tras el segundo crimen, la policía ya ha iniciado una investigación en el entorno más inmediato de la segunda víctima, cuyo marido, Ruperto Bilbao, posee un gimnasio muy cercano llamado Putxet y situado en el 61 de la calle Río Rosas. Sobre el asesinato de hace doce días, las mismas fuentes han indicado que se ha investigado el entorno familiar y de amistades y conocidos de la víctima y no se ha encontrado ninguna pista.
