Dice El Mundo que los sindicatos dejaron al personal que les seguía "atónitos y sedientos". Y es que tras la sesión dominical de grititos les instaron a irse a "tomar unas cervezas y a vivir". Oye, pues tan contentos tampoco hay que tomarse las cosas tan a pecho. Jiménez Losantos flipa con El País, porque según sus cuentas "casi se manifestaron tantos ciudadanos como votaron a Rubalcaba (...) Claro que, a lo peor, la estrategia de PRISOE es justamente la contraria: hacer como que pasa lo que no pasa, y llenar de millones de manifestantes unas calles que apenas han paseado antes del vermú unos miles de liberados sindicales". A Pedro J., el discurso de Rajoy le puso los pelos como escarpias. "Es Rajoy quien representa la voz de la calle", dice realmente emocionado. "Rajoy es hombre poco dado a apelar a las emociones y a los sentimientos" pero ayer "mostró su rostro más compasivo" con la gente que está sufriendo con crisis. "Lo hizo de forma inteligente y eficaz" y "contra los miles de liberados y afiliados a los sindicatos que defienden sus intereses en prejuicio de los desempleados". Lanzó un "mensaje tan nítido y claro como perjudicial para UGT y CCOO, cuyo desprestigio no deja de aumentar" por haber sido "cómplices de la desastrosa gestión del gobierno socialista". Pedro, que se te saltan las lagrimitas.
El País, sin embargo, vio "una marea humana pidiendo a Rajoy que corrija su política laboral" y a los sindicatos recibiendo un "apoyo masivo", por lo que están "sorprendidos y contentos". "La calle habla", dice el editorial. Anda, ¿pero no había hablado el 20-N en las urnas? Pues debe ser otra calle, porque a la de ahora le parece genial la "estrategia moderada y correcta" de los sindicatos. "No es una calle crispada lo que necesita una economía en crisis como la española", dice El País. Su calle dice que "el PP haría mal en ignorar" las órdenes de UGT y CCOO porque a lo mejor se encuentra con "la resurrección de los sindicatos". Pues ésta es otra calle, te lo digo yo. Cuando habló hace tres meses no decía nada de eso. Y mientras la calle le cuenta esas cosillas a Prisa, Rajoy "pintó un cuadro muy pesimista", el agorero, con lo bien que van las cosas. Descartado que el presidente diga la verdad o tenga buenas intenciones, no sabe muy bien El País si el malvado "se está poniendo en lo peor para vender como un éxito cualquier pequeña mejora o está preparando ya recortes brutales". Eso sí, el muy perverso trata de "atraerse a los millones de personas asustadas" por la crisis "llamando a los españoles a una auténtica guerra".
Para La Gaceta, la manifa fue un "carnaval de los parásitos y sus comparsas". Cuenta que los sindicalistas "se encontraron con una sorpresa desagradable: abucheos e insultos por parte de los indignados", que hoy son unos chavales muy simpáticos. Y mientras Méndez acabó el recorrido "sonrojado por los insultos", mira que me extraña, Rajoy se "encaraba" con mucho pitorreo a los sindicatos. "’Quizá les gustaba más lo que había antes’. Más de cinco millones de parados y en aumento. Eso sí, con un 20% más de financiación pública. ‘Es natural que protesten’", dice que dijo, comprensivo un Rajoy mucho más socarrón que el de Pedro J.
La Razón dice que la mani fue una boñiga de cuidado porque "los sindicatos no logran movilizar ni al 23 por ciento de sus afiliados". De hecho los contó uno por uno y le salieron 275.990 personas. Una birria, vaya. "El tiempo de los dirigentes ha pasado", dice como para autoconvencerse. César Vidal advierte de que "los sindicatos se han convertido en una casta escandalosamente privilegiada que vive a costa de nuestros impuestos" y lo único que quieren es "mantener sus poltronas y pesebres", así que insta a la "famélica legión" que se está formando en España con el paro a que se "levante y se quite de encima" a esos caraduras.
ABC nos cuenta que los sindicatos son unos "hipócritas" de cuidado porque tanto bramar, tanto bramar y resulta que también han presentado ERE. "Se ha despedido a los trabajadores con muchos años de servicio y, en el colmo de la incoherencia, se ha utilizado la fórmula de 20 días por año trabajado con un tope de 12 meses para la indemnización". Jopé qué cara. Isabel San Sebastián recuerda que "por muchos militantes" que se apunten a las manis "seguirán sumando una minoría absoluta en la sede de la democracia (el Congreso)", y les pega un buen revés a los sindicatos. La mayoría "no se mide por el tamaño de las pancartas".
Como siempre es Público quien da el dato más hilarante del día. "Se convirtió en la mayor movilización sindical de los últimos años". ¡Jua, jua, jua! Pero qué cachondos son estos chicos, es que son graciosos de verdad. ¿Se refiere a las movilizaciones contra Zapatero? Ay, qué ricos, me hacen reír hasta un lunes por la mañana. Dice que "al PP se le ve preocupado" por la "rebelión popular". Seguro, sin dormir debe estar Rajoy. Ignacio Escolar se pone en plan matón de mafia siciliana. "Si al PP y a sus mariachis" que creo que son los milloncejos de personas que les han votado les parece que la manifestación "fue pequeña, que esperen unos cuantos meses. Entonces el 19-F les parecerá una simple broma". Uy, mira cómo tiemblo, le oigo responder al PP.