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Consejos para limpiar adecuadamente las joyas de oro

Tener joyas de oro es todo un lujo, pero lucirlas limpias y brillantes más. ¿Cómo limpiarlas en casa? Consejos para mantener el brillo.

anillos de boda, anillos de compromiso, matrimonio | Pixabay/CC/qimono

Las joyas de oro son generalmente un emblema de sofisticación y perpetuidad, pero para lucir impecables necesitan atenciones particulares a través del tiempo. Hay que destacar que, aunque se reconoce al oro de 18 quilates por su resistencia y hermosura, este no está exento de perder su brillo debido a la interacción cotidiana con elementos externos. Por ello, no hay que olvidar que mantener el brillo de las joyas de oro es esencial para preservar su belleza y valor a lo largo del tiempo.

Es más que evidente que las joyas de oro son un tesoro, piezas eternas que acompañan en ocasiones especiales o en el día a día, otorgando un toque elegante y sofisticado. Pero es precisamente este uso continuado, unido a determinados factores externos, lo que hace que las joyas puedan ensuciarse y parecer más apagadas, por eso, es necesario aplicarles unos cuidados específicos y aprender cómo limpiar el oro para que siempre luzcan perfectas.

Además de todo, es importante tener en cuenta que, dependiendo del tipo de oro, algunos métodos de limpieza son más efectivos que otros. El motivo no es otro que estos materiales no se desgastan de la misma manera debido a sus distintas aleaciones.

Variaciones del oro

En primer lugar es importante saber que no todo el oro es igual y que el mejor oro utilizado en joyería es el de 18 kt, que está compuesto de un 75% de oro y un 25% de otros metales. De hecho, es el oro más duradero, bonito y brillante. Hay que tener muy claro que un orfebre jamás creará una pieza en oro puro (100% oro) ya que es demasiado blando y además de que no podría trabajar bien y la pieza se deformaría enseguida. Y las joyas creadas con oro de 14kt (40% de oro puro) o aún inferiores son de menor calidad. También existe las joyas de oro chapado, es decir, piezas de joyería creada en materiales inferior que posteriormente van recubierto con una o varias capas de oro de 3 a 10 micras.

El resumen es que el oro se presenta en múltiples aleaciones y tonalidades, cada una con sus particularidades que influirán en el procedimiento de limpieza adecuado. Destaca el oro amarillo, que suele ser una combinación de oro puro, plata y cobre, que es importante por su resistencia al ensuciamiento. En contraparte, el oro blanco, fusionado con metales albos y frecuentemente revestido de rodio, demanda un cuidado especial para conservar su lustre. El oro rosa, con su característico color rojizo gracias a la aleación con cobre, también posee sus propios requerimientos de mantenimiento. Pero, independientemente del tipo de oro que se tenga, la limpieza habitual es esencial para evitar que las alhajas de oro se empañen o ensucien. No obstante, dependiendo de la clase de oro, existen distintos métodos caseros para devolverles su fulgor:

  1. El oro amarillo se utiliza desde hace miles de años para hacer adornos corporales, como lo demuestran las piezas que se encuentran en los museos de historia. Pero, el oro moderno es algo distinto a ese, ya que el que se usa con más frecuencia en la elaboración de joyas es el de 18 quilates, porque tiene una resistencia superior a la del oro puro. La principal característica de este oro es que apenas se ennegrece, sobre todo si se compara con la plata o el oro blanco.
  2. El oro blanco se ha convertido desde hace tiempo en uno de los favoritos para elaborar joyas, solo o combinado con oro amarillo. Este tipo de oro es una aleación de metales, en la que se fusionan oro de 24 quilates con plata, paladio o platino. Para darle un acabado brillante suele tener una capa de rodio, que es lo que dificulta en cierto sentido limpiar el oro blanco cuando por el uso se ha quedado mate.
  3. El oro rosa es el más reciente y menos utilizado. Se trata de una aleación, como la del oro blanco, pero en este caso se le añade un poco de cobre para darle el tono rojizo. La limpieza es muy parecida a como se limpia el oro amarillo.

Cómo limpiar el oro

Aunque existen una amplia variedad de trucos caseros para saber cómo limpiar el oro, lo más recomendable es aplicar una limpieza básica con la que se sepa, con garantía, que la pieza no va a sufrir daños. Esto servirá de mantenimiento rutinario de la joya, con lo que se conseguirá que permanezca intacta y brillante durante más tiempo. Algunos trucos son:

Pero, antes de realizar cualquiera de estos procedimientos debe tenerse en cuenta que las piedras y demás incrustaciones corren el riesgo de desengancharse y que los enganches también podrían romperse de aplicar demasiada brusquedad en la limpieza. Lo más recomendable sería probar primero en una pequeña zona de la pieza para comprobar el resultado.

Consejos prácticos para limpiar adecuadamente las piezas de oro

Cuidar las joyas de oro

Aunque saber cómo limpiar joyas de oro es fundamental para que no pierdan su lustre con el paso de los años, también existen una serie de acciones que pueden llevarse a cabo para mantener su brillo intacto. En primer lugar, la forma de conservar estas joyas es importante. Hay que tener claro que lo ideal sería mantenerlas dentro de sus cajas o bien dentro de bolsitas de tela que las separen de otras joyas y, de esta forma, evitar arañazos o rasguños.

También es importante no rozar directamente las joyas de oro con productos de limpieza ni de cosmética, como perfumes o cremas, debido a sus componentes químicos. El sudor de la piel también puede hacer que el oro vea su brillo afectado, por lo que es preferible quitarse las joyas cuando se haga deporte u otro tipo de actividad física. Por otro lado, debe evitarse llevar las joyas de oro puestas cuando se vaya a la piscina o la playa, para que el cloro y la arena no puedan afectarlas.

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