
Las crisis en una relación pareja son algo de lo más habitual para aquellas personas que llevan muchos años de convivencia y que tienen otras preocupaciones, pero si ambos están decididos a seguir con la otra persona se pueden arreglar llegando incluso a mejorar en la relación y a un crecimiento personal de cada uno. Por ello, Es La Mañana del Fin de Semana de esRadio ha contactado con la psicóloga experta en dependencia emocional, autoestima y relaciones tóxicas Silvia Congost, que ha ofrecido unas claves para entender el proceso por el que puede estar pasando nuestra relación y cómo solucionarlo.
En primer lugar, es necesario definir lo que es una crisis de pareja, ya que tampoco se debe catalogar como crisis ni los pequeños enfados ni las situaciones extremas: "Crisis se considera cuando hay algo que genera un cambio entre nosotros". Así, Congost ha explicado que todas las parejas pasan por tres fases: una de armonía, en la que todo encaja; otra de desequilibrio, en la que se produce un cambio en la relación por un hecho concreto o por el distanciamiento que ha podido producir el no haber cuidado la pareja tanto como deberíamos; y, por último y si se produce una "reconexión" entre las partes, de reparación.
En este sentido, ha recordado que todas las parejas que duran mucho tiempo pasan en algún momento por dificultades que ponen a los integrantes del vínculo emocional en situaciones críticas cuando notan que la relación se ha enfriado. Aun así, es necesario recalcar que, si existe un proyecto en común con una base "sólida y sana", las personas dentro de esa pareja van a estar a favor de intentar todo lo que haga falta para arreglar la situación. "Cuando una persona te dice hasta aquí es que esa persona no quiere estar contigo", ha dicho Congost, que también ha recordado que si existen situaciones extremas de maltrato psicológico o físico, o luz de gas —manipulación psicológica— se debe "huir" de la relación.
Sin embargo, si la relación te aporta paz y en la misma se buscan las mismas cosas teniendo conceptos claros como la educación de los hijos —siempre se puede diferir en algunos asuntos pero se debería, según ha dicho, estar de acuerdo en lo importante— los dos querrán arreglar la situación. Entonces, si se alarga en el tiempo una sensación de distanciamiento o de enfado que lleva a la falta de tiempo en común, a un resentimiento que no se es capaz de superar, o a que la actividad sexual se vaya diluyendo, se debe intentar pedir ayuda o buscar soluciones.
Estas soluciones deben ir encaminadas a cuidar la relación de pareja buscando momentos a solas y tiempo de calidad juntos como una cita, un viaje, pequeños detalles que demuestran que uno se preocupa por la otra persona o una situación en la que ambos disfrutéis del otro; algo que se ha podido quedar por el camino con el estrés del trabajo o de los niños: "No hay que olvidar que seguimos siendo pareja aunque tengamos niños y tenemos que cuidar la pareja".
Una pareja que ha roto, ¿puede volver?
Respecto a volver a intentar una relación que ya se ha roto, Congost ha explicado que "por lo general no suele funcionar" porque si una persona toma la decisión de romper la relación es que ya la ha dado por muerta. De todas formas, cabe recordar que no existe una regla escrita inquebrantable cuando se habla de relaciones de pareja y que, si se intenta volver cuando no hay pasado mucho tiempo y todavía no se ha enfriado la relación, podría funcionar si es que ambos han aprendido del espacio que se han otorgado.

