
Las reservas realizadas por familias españolas en Airbnb crecieron un 59,6% entre 2019 y 2024, impulsadas en gran parte por el auge del turismo rural. Según datos de la propia plataforma, las estancias en zonas rurales se incrementaron un 177% en ese mismo periodo, favorecidas por los elevados precios de los alojamientos urbanos y la falta de alternativas adaptadas a las necesidades familiares.
Una encuesta de la consultora Verian muestra que el 71% de las familias identifica el alto coste de las estancias urbanas como el principal obstáculo para viajar, seguido de otros factores como la preocupación por molestar a otros huéspedes (61%), la percepción de menor tolerancia hacia los niños (56%), o la falta de alojamientos equipados (45%).
Las familias se alejan de las grandes ciudades
La combinación de precios elevados y restricciones a los alquileres de corta duración ha alejado a muchas familias de los núcleos urbanos. En ciudades como Ámsterdam, las limitaciones normativas redujeron un 54% la oferta de alquiler turístico y elevaron un 50% el precio medio de los hoteles, lo que derivó en que solo el 20% de los visitantes fueran familias, según datos de Airbnb.
En el caso de Barcelona, las cifras apuntan a una caída del 24% en la oferta de alquileres turísticos y una subida del 35% en los precios hoteleros, con un resultado similar: solo un 15% de los visitantes fueron grupos familiares, frente a porcentajes notablemente superiores en localidades más pequeñas o de perfil rural.
Desde Airbnb, Juliette Langlais, directora de Políticas Públicas para Europa, Oriente Medio y África, advierte que "las restricciones al alquiler turístico impidieron que muchas familias pudieran costear los viajes que deseaban, al no poder pagar varias habitaciones de hotel o precios más elevados".
Ahorro medio del 30% frente al hotel
Según los datos de la plataforma, el 85% de los alojamientos disponibles en Airbnb en España están preparados para familias, con características que los diferencian frente a los hoteles. En concreto, el 88% ofrece al menos dos dormitorios, el 70% cuenta con espacio exterior, y buena parte incluye comodidades como cunas (66%), tronas (58%) o lavadora (99%).
Este tipo de oferta permite a las familias un ahorro medio del 30% respecto al coste de alojarse en un hotel, lo que contribuye a que opten por destinos menos tensionados en términos de demanda y precios.
Municipios rurales, los más reservados
Los datos recogidos por Airbnb indican que los destinos más demandados por familias españolas en los últimos meses han sido municipios rurales o costeros fuera de los grandes circuitos turísticos. Entre ellos destacan: La Oliva (Fuerteventura), Toledo, Santanyí, Alcudia, Santa Pola, Níjar, Monachil, Felanitx, Denia y Alcalá de Xivert.
En estas zonas, la oferta de alojamiento es más amplia, los precios son más estables y los espacios suelen estar mejor adaptados para grupos con niños. El auge del teletrabajo y la mayor flexibilidad de horarios también han favorecido esta tendencia.

