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El significado oculto del clásico poste en espiral de las barberías

El símbolo tradicional del oficio barbero nació como un aviso visual de servicios sanitarios básicos.

El símbolo tradicional del oficio barbero nació como un aviso visual de servicios sanitarios básicos.
El poste original estaba compuesto por bandas de color rojo y blanco. | Flickr/CC/Tuomo Lindfors

El poste en espiral que adorna la entrada de muchas barberías modernas tiene un origen estrechamente ligado a la medicina medieval. Lejos de su uso meramente decorativo actual, este distintivo servía como señal para anunciar que en el local se realizaban prácticas sanitarias, como extracciones dentales o tratamientos con sanguijuelas, en una época donde la figura del barbero cumplía una función tanto estética como médica.

Según detalla el estudio mallorquín RAOR Barber Studio, el tradicional Barber Pole tiene sus raíces en la Edad Media, cuando los barberos eran conocidos como "sangradores". Estos profesionales se ocupaban de tareas médicas rudimentarias, especialmente en pueblos o zonas rurales donde el acceso a médicos titulados era limitado o inexistente. Extracciones dentales, drenajes, curas de heridas y sangrías con sanguijuelas formaban parte de su repertorio habitual.

En el siglo XIII, estos barberos "sangradores" constituían una figura esencial en la atención sanitaria básica, mientras que los médicos cirujanos trabajaban casi exclusivamente para la nobleza. La ausencia de un sistema de salud pública convertía a estos artesanos en el primer recurso médico para gran parte de la población.

Colores cargados de sentido

El diseño del poste de barbería no es fruto del azar. Originalmente, se componía de bandas rojas y blancas dispuestas en espiral. El color rojo simbolizaba la sangre de las intervenciones, mientras que el blanco hacía referencia a las vendas limpias utilizadas para cubrir las heridas. Esta combinación visual servía de código comprensible para todos, especialmente en contextos de alto analfabetismo, donde la señalética gráfica era la única vía de comunicación eficaz.

El patrón en espiral surgió, según esta fuente, de manera accidental. Las vendas húmedas se enrollaban sobre un palo para secarse al viento, y ese movimiento helicoidal dio forma al diseño definitivo. Con el tiempo, este elemento pasó de ser una herramienta práctica a convertirse en una señal distintiva del gremio.

Una palangana como reclamo sanitario

Además del poste, muchos establecimientos incluían una palangana de bronce en su parte superior, donde se guardaban las sanguijuelas vivas utilizadas en las sangrías. Estos tratamientos eran habituales durante siglos y formaban parte de la medicina tradicional. La palangana no solo tenía una función práctica, sino que indicaba al exterior que se ofrecían servicios médicos rudimentarios, lo que generaba confianza entre los vecinos.

Este tipo de señalización cumplía una doble función: informar sobre los servicios disponibles y transmitir una imagen de utilidad y profesionalidad en una época sin regulación sanitaria. Los elementos visuales —colores, formas y accesorios— actuaban como un lenguaje común que permitía identificar rápidamente los oficios.

Del bisturí a la brocha

Con el avance de la medicina y la implantación de normativas sanitarias más estrictas, las funciones médicas de los barberos fueron desapareciendo progresivamente. A partir de la Edad Moderna, la separación entre cirugía y peluquería se hizo más clara, quedando esta última como la actividad principal del gremio. El símbolo del Barber Pole se mantuvo, aunque con un significado cada vez más ligado a lo estético que a lo sanitario.

Hoy, el poste en espiral sobrevive como símbolo tradicional de la barbería, pero su origen vinculado a la medicina popular permanece como testimonio de una época en la que salud e imagen compartían espacio en el mismo sillón.

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