Las heces de las palomas se han vuelto un problema frecuente en muchas viviendas, especialmente en balcones, terrazas y tejados. Estas aves suelen posarse en cornisas o techos, dejando excrementos que se acumulan con rapidez. La presencia constante de suciedad afea los espacios exteriores y dificulta su uso diario. Además, genera una sensación de abandono que afecta la apariencia general del hogar.
Más allá del aspecto visual, los excrementos también causan daños materiales en las viviendas. Su composición ácida puede corroer superficies como la pintura, la piedra y los metales, afectando rejas, canaletas o aires acondicionados. Con el tiempo, estas manchas son difíciles de remover y pueden requerir reparaciones costosas. Si no se actúa a tiempo, el deterioro puede extenderse a otras zonas de la casa.
Además del impacto estético y estructural, las heces de paloma suponen un riesgo real para la salud de quienes habitan el lugar. Estos desechos pueden contener bacterias, hongos y parásitos que se dispersan en el aire seco. Enfermedades como la histoplasmosis o la criptococosis pueden afectar especialmente a niños, personas mayores o con sistemas inmunológicos debilitados. Por eso, es fundamental tomar medidas de prevención y limpieza constantes.
Método de limpieza paso a paso
Antes de empezar es fundamental protegerse, y para ello, lo más recomendable es utilizar guantes de látex de un solo uso para evitar el contacto directo con los restos. También es opcional el uso de una mascarilla para no aspirar los olores de los productos químicos. Tras haber garantizado la seguridad, se puede comenzar a limpiar siguiendo unos sencillos pasos.
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- Retirar los excrementos: se deben quitar las heces antes de desinfectar la zona. Para realizar esta tarea se debe hacer presión sobre la superficie con una espátula. En caso de que los restos de heces estén muy adheridas se puede humedecer con un poco de agua, ya que esto los ablandará y permitirá la retirada más fácil. Una vez se han desprendido de la superficie se deben depositar en una bolsa de plástico para después tirarlas a la basura correspondiente.
- Eliminar las manchas: se debe utilizar un producto con componentes capaces de limpiar y desinfectar el lugar. En estos casos la solución más eficaz es una mezcla de agua caliente con lejía. Se debe verter en un bote una parte de lejía por cada nueve de agua caliente. Esto también puede ayudar a eliminar los hongos y las bacterias. Si la superficie que se va a tratar es de madera, se debe sustituir la lejía, ya que podría dañarla; la mejor opción es utilizar un jabón suave y una bayeta para aclarar y secar bien la zona.
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- Desinfectar la zona: se debe limpiar a fondo la superficie aplicando la solución preparada y frotando con un cepillo de cerdas duras, prestando especial atención a juntas y zonas porosas. En suelos de piedra o terrazo, se recomienda utilizar agua a presión para facilitar la tarea. Por último, es importante enjuagar con agua limpia y secar con una fregona.
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- Terminar con los malos olores: si después de limpiar las heces de paloma persiste el mal olor, se puede espolvorear bicarbonato, aplicar vinagre blanco o usar productos específicos para olores orgánicos. Es importante dejar actuar los productos y permitir que la zona se seque al aire.