La columna que escribió Arcadi Espada en la que afirmaba que el escritor y colaborador de El País, Javier Cercas, había sido detenido en una operación contra la "explotación sexual" sigue coleando. Finalmente, era sólo un ejemplo que había puesto Espada para denunciar unas declaraciones de Cercas.
Este jueves, el columnista de El Mundo escribe una tribuna en la que explica por qué escribió esa historia. En primer lugar hay que recordar lo que había dicho Javier Cercas. En un escrito en El País afirmaba "que hay que aceptar también que el periodismo es un ensayo de comprensión imaginativa del presente. La palabra clave es imaginativa". Además, indicaba que "el mejor lugar donde asediar la verdad factual es el periódico. ¿Quiere esto decir que hay que exigir que todo lo que se cuenta en el periódico responde a la verdad de los hechos? A mi juicio, no".
Por ello, Arcadi Espada quiso desmontar sus argumentos poniendo un ejemplo sobre su teoría. "Pensé que merecía una lección y que iba a dársela. La lección consistiría en aplicar sus premisas a un caso concreto. A una ficción concreta. Me iba a tomar con él algunas licencias, como tan graciosamente las llamaba".
"Era inevitable que sufriera alguna molestia, que en cualquier caso sería ligera y breve", indica Espada, que aún así aclara que ésta "sería mucho menor, en cualquier caso, de las que se tomaban en su mismo periódico algunos de sus modelos. Juan José Millás, el primero".
Tras esto, el periodista y columnista relata algunos ejemplos de destacados columnistas y periodistas de El País. Por ejemplo, cuando Millás dijo que los amigos de Rajoy se separaban más de él debido a su halitosis. O cuando Francisco Rico Manrique afirmaba en un suelto del diario de Prisa que nunca había fumado a pesar de ser un reconocido fumador. También ponía de ejemplo al fotógrafo Javier Bauluz, que en una ocasión "adjudicó toda la indiferencia de Occidente ante la desdicha a una inerme pareja de bañistas cazada en la cercanía –trucada- de un cadáver".
En este sentido, Espada deja claro que en todos estos casos y en muchos más "esas ficciones, al igual que la mía, fueron creídas por mucha gente. Y habían causado daños".
Y fue por esto por lo que decidió contar esa historieta sobre el columnista de El País. "Para empezar, iba a hacer de Cercas. Iba a seguir sus consejos y a fabricar una verdad moral a partir de una mentira fáctica". Así, indicaba que "la fabricación sólo podía hacerse en las páginas de un periódico. Sólo en el periódico se puede mentir". "Que Ana Karenina se tire al tren no es mentira ni verdad. Que Javier Cercas estuviese en un lupanar, de Arganzuela, la madrugada del domingo es mentira y de la buena".
Para acabar, Arcadi Espada afirma que "crucé la raya y he vuelto. Lo he hecho. Es un lugar fácil y da un poco de asco. Como un burdel. Sólo ahora comprendo de verdad los nervios permanentes de Cercas. El peso que lleva. Mal oficio".