L D (EFE)
Según la sentencia de la Sección Primera de la Audiencia de Guipúzcoa, durante el juicio celebrado el pasado día 10 la defensa del acusado, un ciudadano belga de 67 años, expresó su conformidad con la petición de la fiscal y admitió una pena de seis meses de prisión y una multa de 900 euros. Previamente, el Ministerio Público había modificado su solicitud inicial de tres años de cárcel y 3.000 euros de multa, al aplicar al procesado la atenuante de "reparación del daño ocasionado", ya que la perjudicada recuperó "la totalidad del dinero" estafado.
Los hechos juzgados ocurrieron el 10 de enero de 2002, cuando el imputado trabó relación con la mujer haciéndose pasar por presidente de un banco y administrador de otro, y le dijo que estas entidades financieras habían comprado un inmueble situado en la Avenida de la Libertad de San Sebastián, conocido como el edificio "del francés". Este inmueble se encuentra en uno de los solares más cotizados de la ciudad y está desocupado desde su construcción por presuntas irregularidades urbanísticas, circunstancia muy conocida en la capital guipuzcoana.
El inculpado ofreció a su víctima la posibilidad de adquirir un apartamento en este edificio, aunque la advirtió de que si quería recibir "un trato preferencial" debería adelantarle diez millones de pesetas (60.101,21 euros). La mujer "confió en las credenciales" que le mostró el acusado quien, "para reforzar" la estafa, le mostró "diversos documentos con membretes de las entidades bancarias" a las que supuestamente pertenecía, de manera que su víctima le entregó los diez millones acordados, de los que el procesado "se apropio con ánimo de enriquecimiento ilícito".
Los hechos juzgados ocurrieron el 10 de enero de 2002, cuando el imputado trabó relación con la mujer haciéndose pasar por presidente de un banco y administrador de otro, y le dijo que estas entidades financieras habían comprado un inmueble situado en la Avenida de la Libertad de San Sebastián, conocido como el edificio "del francés". Este inmueble se encuentra en uno de los solares más cotizados de la ciudad y está desocupado desde su construcción por presuntas irregularidades urbanísticas, circunstancia muy conocida en la capital guipuzcoana.
El inculpado ofreció a su víctima la posibilidad de adquirir un apartamento en este edificio, aunque la advirtió de que si quería recibir "un trato preferencial" debería adelantarle diez millones de pesetas (60.101,21 euros). La mujer "confió en las credenciales" que le mostró el acusado quien, "para reforzar" la estafa, le mostró "diversos documentos con membretes de las entidades bancarias" a las que supuestamente pertenecía, de manera que su víctima le entregó los diez millones acordados, de los que el procesado "se apropio con ánimo de enriquecimiento ilícito".
