L D (EFE) Según informó la Jefatura Superior de Policía, en un cajón de la recepción, de uso exclusivo del ahora detenido, los agentes encontraron e intervinieron una cámara fotográfica y cuatro sobres que contienen 470 instantáneas, la mayoría realizadas en las duchas y otras, mientras las clientes se retocaban o vestían en sus cuartos. Además, se localizaron más de un centenar de negativos y resguardos de distintas tiendas de revelado de carretes.
El arresto se practicó tras la denuncia del responsable del hotel, quien había interrogado al recepcionista tras recibir las quejas de la mencionada cliente. Ante las evidencias, el empleado reconoció a su jefe haber realizado fotografías de varias huéspedes en sus habitaciones, para los que había hecho unos agujeros en la pared del pasillo, a la altura de los aseos, que permitían tomar las instantáneas con el objetivo de su cámara.
La denunciante estaba en la ducha con su hija, de 15 años, cuando notó un fogonazo, que parecía un flash, por lo que rápidamente las dos se vistieron y fueron a relatar los hechos, precisamente al recepcionista. La mujer observó que su interlocutor se ponía nervioso y negaba que esto hubiera podido ocurrir, por lo que se dirigió al dueño del hotel a relatar lo sucedido.
El sospechoso reconoció haber practicado las fotografías que estaban dentro de la cámara incautada, pero no las 460 que guardaba en el cajón o las que están pendientes de revelado, ni los negativos. El detenido, que carece de antecedentes policiales, ha pasado a disposición judicial.
