
L D (EFE) Villar de Vildas es un pequeño núcleo rural rodeado de montañas que se encuentra situado en el suroccidente de Asturias, dentro de los límites del Parque Natural de Somiedo, un espacio protegido que el Príncipe visitó hace quince años. "A la satisfacción del regreso" se unió hoy la "feliz circunstancia" de hacerlo, subrayó Don Felipe, acompañado por su esposa, la Princesa de Asturias.
"No necesito deciros con cuánta emoción ella esperaba este día para felicitaros por vuestros éxitos y para compartir con vosotros unas horas de alegría y esperanza", subrayó Don Felipe durante la ceremonia de entrega de este premio, que desde hace 15 años concede la Fundación Príncipe de Asturias.
El Príncipe aseguró que este "pueblín" se ha convertido en todo un símbolo del desarrollo de los núcleos rurales al haber conseguido dejar atrás que su nombre se identificase con la Asturias "rural y profunda", y destacó el carácter "acogedor, tolerante y fuerte" de sus habitantes. La concesión del Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias 2004 recayó en este municipio en reconocimiento a su "determinación" en mantener el entorno y las tradiciones de una comunidad agraria de montaña y por hacer posible "una vida viable y con futuro, en armonía con la naturaleza y abierta a la modernidad".
Este fue uno de los aspectos más destacados por Don Felipe al dirigirse a los vecinos de este núcleo rural, "testigos y protagonistas" de cómo con planes adecuados y proyectos sostenibles a largo plazo y sobre todo con ilusión y trabajo se consiguen los más difíciles objetivos encaminados al bien común". "En la búsqueda de la prosperidad común que constituye uno de vuestros más firmes objetivos sois una clarísima muestra de que de nada sirve la riqueza conseguida de forma fácil y rápida, la comodidad del momento, si no se proyecta hacia el futuro, si no se asienta en la construcción de bases sólidas sobre las que se sustente en los años venideros, evitando de ese modo la destrucción de todo aquello que se desea preservar", afirmó.
Los Príncipes, que llegaron con casi media hora de retraso sobre el horario previsto, fueron recibidos a la entrada del pueblo por el presidente del Principado, Vicente Alvarez Areces; el delegado del Gobierno, Antonio Trevín, y la presidenta del Parlamento regional, María Jesús Alvarez, así como por el alcalde de Somiedo, Belarmino Fernández, y el de Villar, Manuel González, y el presidente de la Fundación Príncipe de Asturias, José Ramón Alvarez Rendueles. Manuel González trasladó al Príncipe que durante muchos años Villar de Vildas "trabajó en condiciones duras para salir adelante", pero que hoy se ve reconocido su esfuerzo.
Aludió también, al igual que el primer edil de Somiedo, al "cambio sustancial" que para los habitantes de este pueblo de montaña supuso la declaración, hace 15 años, del Parque Nacional de Somiedo, que hace cuatro años fue declarado también Reserva de la Biosfera. Según Belarmino Fernández, el balance no puede ser más positivo, tanto por el desarrollo económico que ha permitido, como por la contribución que ha supuesto para la conservación de la naturaleza y de especies emblemáticas, como el oso pardo, que tiene en esta zona del suroccidente asturiano una de sus principales hábitat del país.
El alcalde del concejo y el de barrio, junto al resto de autoridades regionales, guió la visita de los Príncipes por Villar de Vildas, donde saludaron y se dejaron fotografiar por unos vecinos que no se ahorraron muestras de cariño hacia la pareja real, que inició el recorrido con la visita a un centro de artesanía, y descubrió una placa conmemorativa en el Centro Vecinal, donde varios niños les entregaron unos obsequios.
Los Príncipes, que firmaron también en el Libro de Honor del Parque Natural, visitaron la braña de La Pornacal, un conjunto etnográfico con una treintena de "teitos", construcciones de piedra y techo vegetal de uso ganadero. Don Felipe y Doña Letizia visitaron también una cuadra típica asturiana antes de compartir con los vecinos un "asado a la estaca".
