L D (EFE) Según fuentes judiciales, el hecho de que la niña se encuentre embarazada y la posibilidad de determinar el padre con las pruebas de ADN, es lo que ha llevado al acusado a reconocer los hechos, pese a su negativa inicial, aunque sólo ha reconocido una relación sexual.
En este caso judicial, el hecho de que existiera consentimiento por parte de la menor, que continúa en un centro bajo tutela de la Junta de Andalucía, para mantener relaciones sexuales, debido a su edad y estado mental, no será tenido en cuenta por parte del juez.
El responsable del juzgado número 2 de Instrucción de la capital jiennense, que decretó el ingreso en prisión del acusado, ha tomado ya declaración a la asistenta social que acompañó a la niña al hospital Materno-Infantil y a la doctora que la vio 18 días antes en el centro de salud de Torredelcampo y que conocía el estado de gestación de la menor.
Hay que recordar que todo comenzó por un parte médico del hospital Materno-Infantil que confirmaba la existencia de una niña de 12 años embarazada de 10 semanas y que tras las preguntas del equipo médico apuntó a su padrastro como la persona con la que había mantenido relaciones sexuales.
