L D (EFE) "Que su felicidad sea el espejo de la felicidad de todos los españoles", dijo Zapatero en el brindis del almuerzo que el Ejecutivo ofreció a Don Felipe y Doña Letizia en el Palacio de la Moncloa.
El Presidente, en su brindis, quiso dejar a un lado la política y centró sus muy breves palabras en un poema de Jorge Luis Borges, "Los justos". Borges cita en ese poema como justos a quien "prefiere que los otros tengan razón", y también "a una mujer y a un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto" que, dijo Zapatero, "es una imagen de los que se aman, porque comparten".
El Príncipe respondió con palabras de agradecimiento por el gesto del Gobierno, y por la labor que realiza la comisión institucional encargada de organizar su boda, a la que recibirá mañana en Zarzuela. Don Felipe resaltó no solo la "ilusión" personal que supone su enlace con Doña Letizia, sino también el significado institucional y de Estado que la boda comporta.
La comida se celebró en el salón de columnas del edificio de Consejo de Ministros en el complejo del Palacio de la Moncloa, y en ella el presidente estuvo acompañado por su esposa, Sonsoles Espinosa. Al almuerzo asistieron todos los ministros del Gobierno, con la excepción del titular de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, que se encontraba en Bruselas en un consejo de ministros dedicado a la Constitución europea.
A su llegada a la Moncloa, el Príncipe y su prometida fueron recibidos en la puerta del edificio por Zapatero y su esposa. Las dos parejas posaron unos instantes para los fotógrafos, muy interesados en captar esta imagen nueva, y en reflejar los vestidos color vainilla de la prometida del Príncipe, y color coral del de la esposa del Presidente.
Tras firmar el libro de visitas ilustres de Moncloa, Don Felipe y Doña Letizia, que estaban acompañados por el Jefe de la Casa del Rey, Alberto Aza, conversaron con los integrantes del Ejecutivo antes de sentarse a la mesa que presidieron el Príncipe y su anfitrión. Zapatero estuvo flanqueado en el almuerzo por Doña Letizia, a su derecha, y la ministra de Fomento, Magdalena Alvarez, a su izquierda, en su condición de ministra representante de la cartera con mayor antigüedad. El Príncipe estuvo acompañado a su derecha por Sonsoles Espinosa, y a su izquierda por la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de Vega.
El menú ofrecido por Zapatero estuvo compuesto por "pañuelitos" crujientes de bogavante, solomillo de buey al queso de Tresviso, y espuma de chocolate con fresas, y fue acompañado con un blanco Albariño y un tinto reserva de Rioja. Con este almuerzo, el Príncipe y su prometida completan una ronda de visitas a instituciones de carácter estatal, autonómico y municipal destinadas a agradecer el apoyo que se está ofreciendo y el trabajo que se efectúa para llevar a cabo la celebración de su boda.
El Presidente, en su brindis, quiso dejar a un lado la política y centró sus muy breves palabras en un poema de Jorge Luis Borges, "Los justos". Borges cita en ese poema como justos a quien "prefiere que los otros tengan razón", y también "a una mujer y a un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto" que, dijo Zapatero, "es una imagen de los que se aman, porque comparten".
El Príncipe respondió con palabras de agradecimiento por el gesto del Gobierno, y por la labor que realiza la comisión institucional encargada de organizar su boda, a la que recibirá mañana en Zarzuela. Don Felipe resaltó no solo la "ilusión" personal que supone su enlace con Doña Letizia, sino también el significado institucional y de Estado que la boda comporta.
La comida se celebró en el salón de columnas del edificio de Consejo de Ministros en el complejo del Palacio de la Moncloa, y en ella el presidente estuvo acompañado por su esposa, Sonsoles Espinosa. Al almuerzo asistieron todos los ministros del Gobierno, con la excepción del titular de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, que se encontraba en Bruselas en un consejo de ministros dedicado a la Constitución europea.
A su llegada a la Moncloa, el Príncipe y su prometida fueron recibidos en la puerta del edificio por Zapatero y su esposa. Las dos parejas posaron unos instantes para los fotógrafos, muy interesados en captar esta imagen nueva, y en reflejar los vestidos color vainilla de la prometida del Príncipe, y color coral del de la esposa del Presidente.
Tras firmar el libro de visitas ilustres de Moncloa, Don Felipe y Doña Letizia, que estaban acompañados por el Jefe de la Casa del Rey, Alberto Aza, conversaron con los integrantes del Ejecutivo antes de sentarse a la mesa que presidieron el Príncipe y su anfitrión. Zapatero estuvo flanqueado en el almuerzo por Doña Letizia, a su derecha, y la ministra de Fomento, Magdalena Alvarez, a su izquierda, en su condición de ministra representante de la cartera con mayor antigüedad. El Príncipe estuvo acompañado a su derecha por Sonsoles Espinosa, y a su izquierda por la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de Vega.
El menú ofrecido por Zapatero estuvo compuesto por "pañuelitos" crujientes de bogavante, solomillo de buey al queso de Tresviso, y espuma de chocolate con fresas, y fue acompañado con un blanco Albariño y un tinto reserva de Rioja. Con este almuerzo, el Príncipe y su prometida completan una ronda de visitas a instituciones de carácter estatal, autonómico y municipal destinadas a agradecer el apoyo que se está ofreciendo y el trabajo que se efectúa para llevar a cabo la celebración de su boda.