Menú
LES INCULPABA UN TESTIGO

La investigación de la Guardia Civil descarta su implicación en la muerte del inmigrante en una avalancha en Melilla

Un informe interno elaborado por la Guardia Civil concluye que este cuerpo no intervino en la muerte del inmigrante subsahariano cuyo cadáver fue trasladado el pasado 29 de agosto hasta las inmediaciones de la valla fronteriza entre Melilla y Marruecos. Según informa el instituto armado, de la investigación "no puede ni siquiera confirmarse la participación del fallecido en el asalto a la valla". Tras la avalancha, algunos inmigrantes participantes acusaron a los agentes que repelieron el asalto haber causado la muerte al hombre con sus golpes.

Un informe interno elaborado por la Guardia Civil concluye que este cuerpo no intervino en la muerte del inmigrante subsahariano cuyo cadáver fue trasladado el pasado 29 de agosto hasta las inmediaciones de la valla fronteriza entre Melilla y Marruecos. Según informa el instituto armado, de la investigación "no puede ni siquiera confirmarse la participación del fallecido en el asalto a la valla". Tras la avalancha, algunos inmigrantes participantes acusaron a los agentes que repelieron el asalto haber causado la muerte al hombre con sus golpes.
L D (EFE) La Guardia Civil añade que "la actuación de la Fuerza y el empleo de los medios antidisturbios se ha llevado a cabo conforme a los principios de congruencia, oportunidad y proporcionalidad establecidos en la Ley de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, de acuerdo con los procedimientos establecidos para los mismos".

Según este informe, todavía "no hay constancia oficial sobre la etiología de las lesiones que pudiera presentar el cadáver, ni sobre la datación de las mismas, ya que la investigación legal de los hechos corresponde a las autoridades marroquíes".

El relato que hace el instituto armado de lo sucedido comienza diciendo que, sobre las 22.20 horas del pasado 28 de agosto, "se produjo un asalto al perímetro fronterizo de Melilla por un grupo de unos 300 inmigrantes de origen subsahariano". Para ello "se organizaron en grupos fraccionados utilizando gran cantidad de escaleras artesanales", añade el informe, que señala que se intervinieron unas cien y que el asalto "tuvo una duración de unos ocho minutos, variando la intensidad y concentración de un punto de ataque a otro".

La Guardia Civil afirma que "para intentar abortar esta entrada ilegal", sus agentes "tuvieron que emplear material antidisturbios, llegando al contacto físico en ocasiones debido a la actitud de resistencia y desobediencia de los inmigrantes". En el episodio resultaron heridos diez guardias civiles y cinco inmigrantes, "siendo éstos trasladados al hospital para su atención médica".

El informe agrega que se dio cuenta de lo sucedido al Juzgado de Guardia de Melilla, que instruyó diligencias y comprobó "que en el lugar de los hechos no quedó ninguna persona herida ni lesionada que necesitase atención médica".
 
Los inmigrantes llevaron el cadáver al día siguiente

Según la versión del instituto armado, sobre las 19.10 horas del 29 de agosto, los agentes de servicio en el perímetro fronterizo informaron de que un grupo de unos 50 subsaharianos se encontraban junto a las instalaciones de las Fuerzas Auxiliares marroquíes (Mehaznía) en el antiguo paso de Tres Forcas, "llevando envuelto en una manta el cuerpo de un inmigrante, al parecer cadáver".

Los inmigrantes reclamaron tanto a los guardias civiles como a los agentes marroquíes que se hicieran cargo del cuerpo, que finalmente fue trasladado a la localidad de Nador. A partir de ese momento, la Guardia Civil inició una investigación interna durante la que se recabaron datos de la Gendarmería Real marroquí, se visualizaron las grabaciones correspondientes a la zona en la que se produjo el asalto, donde también se practicó una inspección ocular, y se tomó declaración a los agentes del instituto armado que estaban de servicio ese día.

Sólo los culpaba la versión de un testigo

Los mandos de la Gendarmería Real informaron a los investigadores de que la única circunstancia que relacionaba la muerte del subsahariano con la Guardia Civil era la declaración de un testigo, también inmigrante, que aseguraba que su compañero fue disparado a bocajarro tres veces con bolas de caucho.

Las autoridades marroquíes añadieron que consideraban "poco fiable" este testimonio, ya que el reconocimiento superficial practicado al cadáver no presentaba heridas ni hematomas que se correspondieran con este tipo de disparos. El testigo tampoco pudo aportar datos identificativos de los guardias civiles que supuestamente intervinieron en el suceso, ni se encontró a otras personas que corroboraran su versión.

Además, de la visualización de las grabaciones "no se ha observado actuación de ningún guardia civil que pueda suponer maltrato o agresión a los inmigrantes", aunque sí se ve "la caída de varios de éstos en las que se podrían haber producido las lesiones por las que fueron evacuados por personal de la Guardia Civil a centros asistenciales en la ciudad de Melilla".

Tampoco durante la inspección ocular se encontró "vestigio alguno del que se pudiera deducir la presencia de una persona herida de gravedad". Por último, se recabó la versión de los jefes de las secciones intervinientes, los responsables de las zonas afectadas, patrullas móviles, operadores del Centro Operativo de Servicio (COS) y cuantos otros formaban parte del despliegue, pero "ninguno comentó episodio que pueda vincularles con el fallecimiento de subsahariano alguno".

Temas

En Sociedad

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Curso
    • Inversión
    • Securitas
    • Buena Vida
    • Reloj Durcal