El Ayuntamiento de Madrid, como ya indicó este miércoles el concejal de Seguridad, Pedro Calvo, responsable del tráfico en la ciudad, ha decidido no hacer público el Plan de Movilidad para el día 22 porque las medidas que recoge en cuanto a cortes de tráfico y modificaciones en el transporte público revelarían el recorrido de Don Felipe y su prometida por las calles de la capital.
Esta fue una de las medidas en las que insistió Camacho durante la conferencia de prensa para informar sobre el dispositivo de seguridad del enlace, en el que participarán cerca de 18.000 agentes: 14.500 policías nacionales, entre ellos 3.000 de la academia de Avila, y 3.200 guardias civiles, lo que supone entre el 12 y el 15 por ciento de la plantilla de estos cuerpos. En este dispositivo trabaja desde hace cinco meses el Ministerio del Interior con la participación de la Policía, la Guardia Civil, la seguridad de la Casa Real, Policía Municipal y Comunidad de Madrid.
Este operativo permitirá que Madrid sea ese día "una ciudad segura", así como el resto del territorio, cuya seguridad no se verá disminuida por el evento, aclaró Camacho, quien precisó que se mantendrá el plan de seguridad puesto en marcha tras el 11-M. Camacho agradeció la "paciencia de todos los ciudadanos por los inconvenientes que pueden sufrir" debido al operativo.
La Policía centrará su labor en los escenarios históricos que cobrarán protagonismo el día de la boda: la catedral de Santa María la Real de la Almudena, donde se celebrará el enlace; el Palacio Real, lugar del banquete nupcial, y la Basílica de Atocha, donde Doña Letizia depositará ante la imagen de la Virgen su ramo de novia. Los agentes trabajan con cuatro itinerarios alternativos por los que podría pasar la comitiva, pero hasta probablemente un día antes del enlace no se conocerá cual es el definitivo por razones de seguridad, según dijo Camacho.
No obstante, la Policía también intervendrá en otros puntos estratégicos como aeropuertos o medios de comunicación, mientras que la Guardia Civil velará por la seguridad de las carreteras y algunos edificios oficiales como el Palacio de El Pardo, donde un día antes de la boda se celebrará una cena. Este dispositivo se verá complementado con miembros de las Fuerzas Armadas, que actuarán en otros puntos sensibles y colaborarán en el control del espacio aéreo.
Camacho insistió en la importancia de la restricción del espacio aéreo y explicó que se decretará una zona de exclusión aérea para los "vuelos visuales", es decir avionetas, globos o aparatos similares, desde las 18.00 horas del 21 de mayo hasta las 20.00 del día siguiente. Esta restricción afectará a 50 millas alrededor de Madrid, en un radio que podría alcanzar las ciudades de Segovia y Toledo. En esa zona sólo podrán volar un helicóptero de TVE, otros de las fuerzas de seguridad del estado y, si es necesario, alguno de carácter sanitario.
El Ejército podrá derribar cualquier aparato sospechoso
Pero esa prohibición no afectará a los vuelos comerciales, que podrán aterrizar y despegar en el aeropuerto de Barajas con normalidad. Los aviones "F-18" del Ejército del Aire estarán capacitados para derribar cualquier aparato que se considerara potencialmente peligroso. Reforzará la seguridad el avión de vigilancia aérea AWCS de la OTAN, lo cual "no supone una novedad", según señaló Camacho, ya que ha sido utilizado en otros eventos. La facultad de poder ordenar el derribo de un avión sospechoso está distribuida, según Camacho, entre la secretaría de Estado de Defensa y la de Seguridad.
España decretará por razones de seguridad desde el día 15 al 24 de mayo una suspensión temporal del Tratado de Schengen, que establece la supresión de los controles en las fronteras interiores de los Estados que firmaron ese acuerdo dentro de la Unión Europea. "La ciudad no se va a cerrar porque no es necesario", afirmó Camacho, quien señaló que es probable que se cierren algunas estaciones de metro cercanas a los lugares del enlace.
