En total, Grande-Marlaska ha ordenado en las últimas horas el ingreso en prisión de 18 miembros de la mafia ruso-georgiana detenidos en España, donde se asentó en 2005 en Cataluña, la Comunidad Valenciana y el País Vasco y que actualmente trataba de instalarse también en Madrid.
Así consta en el auto dictado este miércoles por el magistrado, quien ha decretado el encarcelamiento de 18 de los 21 detenidos en España el pasado lunes en el marco de la "operación Java" que se desarrolló también en otros cinco países europeos -Alemania, Austria, Suiza, Italia y Francia- y que se saldó con la detención de 80 personas.
Junto a estas 21 detenciones, la justicia española cursó órdenes de detención contra otros tres presuntos miembros de la organización que se efectuaron en Italia y Alemania, por lo que han pasado a disposición judicial en aquellos países.
Según el magistrado, la organización criminal georgiana a la que denomina "Kutaisi" se asentó en 2005 en España con Kakhaber Shushanasvili como líder y que, en orden de jerarquía, estaría subordinado a Lasha Shushanasvili, el jefe internacional de la red que consiguió escapar de la operación policial en Grecia, y su lugarteniente, Koba Shermazashvili.
"Capos"
Se trata así de una organización ordenada jerárquicamente bajo el mandato de los "capos" y de ámbito trasnacional, con ramas en países como Francia, Italia, Suiza, Austria, Holanda y Alemania y que en España se extendió por Barcelona, Gandía (Valencia) y Getxo (Vizcaya).
Actualmente, precisa Grande-Marlaska, "estaría intentando implantarse en Madrid" para desarrollar su actividad delictiva, basada en amenazas, extorsiones, blanqueo de capitales, delitos contra el patrimonio y falsificación de moneda y documentos, entre otros.
El magistrado subraya el enfrentamiento del grupo con los miembros de otras organizaciones de Francia, Italia y Holanda, de manera que Kakhaber Shushanasvili, que se hacía llamar Nikolai Rostov, "tenía planificado y ya había dado instrucciones" para localizar a algunos rivales en Francia.
Concretamente, dos miembros de la organización, enviados por su líder internacional, se trasladaron a Barcelona para que Kakhaber Shushanasvili les diera las instrucciones necesarias para asesinar a un rival en Niza (Francia).
Una "caja común"
Añade el juez que el grupo tenía designado en cada ciudad en la que operaba un responsable de recaudar los beneficios económicos obtenidos a través de actividades delictivas que depositaba en una "caja común" del país, la cual iba destinada a la "caja común grande", regentada por Kakhaber Shushanasvili, y que finalmente se vertía en otra caja mundial supervisada por su hermano.
Beneficios que después se blanqueaban principalmente en joyerías regentadas por la banda -contaba con dos establecimientos en Barcelona y Valencia-, talleres de automóviles, empresas de paquetería y restaurantes.
Entre los detenidos se encuentra el español Juan Miquela Tomillero que, según el juez, ayudaba a Kakhaber Shushanasvili "en los negocios", cedía sus cuentas bancarias para que la organización criminal depositara el dinero y hacía las funciones de "soporte logístico, proporcionando vehículos y asegurándolos".
El juez señala además que Kakhaber Shushanasvili se casó por "conveniencia" con otra española, María José Caparrós -que no está imputada en la causa- para "legalizar la situación administrativa y obtener su permiso de residencia español y de esta forma tener libertad de movimientos por Europa".

INTENTABAN "IMPLANTARSE EN MADRID"
Marlaska envía a prisión a 18 de los 21 detenidos por sus actividades en la mafia rusa
El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska ha ordenado este miércoles el encarcelamiento de otros seis miembros de la mafia ruso-georgiana detenidos en España en el marco de la "operación Java". En total, 18 de los 21 detenidos ingresarán en prisión en las próximas horas.
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