L D (EFE)
El delegado del Gobierno, Arturo Esteban, ha indicado este viernes que Melilla vive la presión migratoria más fuerte de los últimos cuatro años. De enero a agosto de 2003 la Guardia Civil ha devuelto a Marruecos a 30.397 inmigrantes, principalmente subsaharianos, que intentaron vulnerar la doble valla de impermeabilización fronteriza. Además, según Esteban, el Cuerpo Nacional de Policía ha rechazado en lo que va de año a 90.000 extranjeros que intentaron cruzar el paso fronterizo de Beni Enzar, el principal entre Melilla y Marruecos, sin la documentación adecuada.
Agosto está resultando especialmente difícil en la lucha contra la inmigración ilegal, ya que en lo que va de mes se han realizado 3.295 rechazos en el perímetro fronterizo frente a los 1.397 que se efectuaron el mismo mes de 2002. La Delegación del gobierno no espera que mejore la situación ya que en el Marruecos fronterizo hay dos asentamientos que suman más de 700 inmigrantes subsaharianos.
Los métodos más usados por los inmigrantes para entrar clandestinamente a Melilla son, por parte de los subsaharianos, el salto de la doble valla de tres metros de altura de impermeabilización fronteriza con "escaleras rudimentarias", las entradas "masivas con fuerza" y a nado por los acantilados de Aguadú, mientras que marroquíes y argelinos optan por nadar desde el puerto fronterizo de Beni Enzar hasta el dique sur de la ciudad española.
Agosto está resultando especialmente difícil en la lucha contra la inmigración ilegal, ya que en lo que va de mes se han realizado 3.295 rechazos en el perímetro fronterizo frente a los 1.397 que se efectuaron el mismo mes de 2002. La Delegación del gobierno no espera que mejore la situación ya que en el Marruecos fronterizo hay dos asentamientos que suman más de 700 inmigrantes subsaharianos.
Los métodos más usados por los inmigrantes para entrar clandestinamente a Melilla son, por parte de los subsaharianos, el salto de la doble valla de tres metros de altura de impermeabilización fronteriza con "escaleras rudimentarias", las entradas "masivas con fuerza" y a nado por los acantilados de Aguadú, mientras que marroquíes y argelinos optan por nadar desde el puerto fronterizo de Beni Enzar hasta el dique sur de la ciudad española.
