L D (EFE)
Según este departamento "es especialmente preocupante la escasa utilización de prevención secundaria, ya que solo la mitad de las personas diabéticas con antecedentes de enfermedad cardiovascular reciben este tratamiento". Se estima que más del 10 por ciento de la población catalana mayor de 30 años sufre diabetes tipo 2, que es la que el paciente no necesita medicarse con insulina para tratar la enfermedad, y que en total en España hay unos 3 millones de personas con este tipo de problemas.
La diabetes mellitus comporta un elevado riesgo cardiovascular y debido a esto la Asociación Americana de Diabetes aconseja desde hace algunos años el uso de la aspirina en la prevención primaria y secundaria de la enfermedad cardiovascular, por su papel como antiagregante plaquetario.
Para el departamento de Sanidad, el bajo uso de la aspirina está relacionado con la relativa baja frecuencia con la que los médicos recomiendan este tratamiento preventivo a sus pacientes, a pesar de que es una recomendación que cuando se hace la siguen más del 75 por ciento de los enfermos.
La Asociación Americana de Diabetes aconseja que tomen este fármaco los diabéticos con antecedentes de enfermedad coronaria, y las personas con diabetes del tipo 1 o 2 con historial familiar de enfermedad coronaria, hipertensas, fumadoras y obesas de más de 30 años de edad. La resistencia a la insulina está relacionado con la enfermedad cardiovascular crónica, según el estudio de los doctores José Manuel Fernández-Real y Wifredo Ricart, endocrinólogos del hospital Josep Trueta de Gerona, y que publicó recientemente la revista Endocrine Reviews.
La diabetes mellitus comporta un elevado riesgo cardiovascular y debido a esto la Asociación Americana de Diabetes aconseja desde hace algunos años el uso de la aspirina en la prevención primaria y secundaria de la enfermedad cardiovascular, por su papel como antiagregante plaquetario.
Para el departamento de Sanidad, el bajo uso de la aspirina está relacionado con la relativa baja frecuencia con la que los médicos recomiendan este tratamiento preventivo a sus pacientes, a pesar de que es una recomendación que cuando se hace la siguen más del 75 por ciento de los enfermos.
La Asociación Americana de Diabetes aconseja que tomen este fármaco los diabéticos con antecedentes de enfermedad coronaria, y las personas con diabetes del tipo 1 o 2 con historial familiar de enfermedad coronaria, hipertensas, fumadoras y obesas de más de 30 años de edad. La resistencia a la insulina está relacionado con la enfermedad cardiovascular crónica, según el estudio de los doctores José Manuel Fernández-Real y Wifredo Ricart, endocrinólogos del hospital Josep Trueta de Gerona, y que publicó recientemente la revista Endocrine Reviews.
