L D (EFE)
Las gestantes deben tomar 1.200 miligramos de calcio diarios, pero un 68 por ciento de las embarazadas en la Comunidad de Madrid no llega a esa cantidad, señaló Aníbal Nieto, médico del Servicio de Ginecología del Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, responsable del estudio cuyos resultados finales, previstos dentro de dos años, son extrapolables a toda España.
Nieto participó en el simposium celebrado en el marco del Curso de Formación Continuada del Grupo para el Estudio de la Menopausia en Madrid (GEMMA), donde expuso las nuevas pautas sobre la utilización de antiácidos en la gestación. El experto atribuyó la baja ingesta de calcio -sustancia constituyente del hueso además de intervenir en múltiples procesos bioquímicos- en países desarrollados como España a malos hábitos alimenticios como la disminución global del consumo de leche entera y el aumento de ingesta de refrescos de cola.
La carencia de calcio en las gestantes es relevante, ya que en esa etapa se produce una movilización del calcio del esqueleto materno al feto, añadió. Nieto agregó que la suplementación de calcio en las embarazadas reduce el riesgo de hipertensión -primera causa de morbimortalidad materna y perinatal en el mundo- sobre todo en mujeres con alto riesgo de padecer esta patología y en comunidades con una baja ingesta de calcio.
Asimismo un aporte suplementario de calcio en la gestación previene el nacimiento de niños con bajo peso, señaló Nieto, aunque matizó que todavía no está aclarada cuál es la dosis suplementaria recomendada.
Nieto participó en el simposium celebrado en el marco del Curso de Formación Continuada del Grupo para el Estudio de la Menopausia en Madrid (GEMMA), donde expuso las nuevas pautas sobre la utilización de antiácidos en la gestación. El experto atribuyó la baja ingesta de calcio -sustancia constituyente del hueso además de intervenir en múltiples procesos bioquímicos- en países desarrollados como España a malos hábitos alimenticios como la disminución global del consumo de leche entera y el aumento de ingesta de refrescos de cola.
La carencia de calcio en las gestantes es relevante, ya que en esa etapa se produce una movilización del calcio del esqueleto materno al feto, añadió. Nieto agregó que la suplementación de calcio en las embarazadas reduce el riesgo de hipertensión -primera causa de morbimortalidad materna y perinatal en el mundo- sobre todo en mujeres con alto riesgo de padecer esta patología y en comunidades con una baja ingesta de calcio.
Asimismo un aporte suplementario de calcio en la gestación previene el nacimiento de niños con bajo peso, señaló Nieto, aunque matizó que todavía no está aclarada cuál es la dosis suplementaria recomendada.