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Un diputado del PP era el garganta profunda de José Bono

M. Beaumont adelanta en La Gaceta el contenido de su libro sobre Cospedal. Destaca el Bonogate y Nacho Uriarte como ‘garganta profunda’.

Antonio M. Beaumont, contertulio habitual de El Gato al Agua adelanta en La Gaceta parte del contenido de su libro biográfico sobre María Dolores de Cospedal, La reina de la Torre de Marfil, que sale a la venta el próximo martes. El autor ha tenido acceso al entorno más directo de la secretaria general, y describe el papel que su esposo, Ignacio López del Hierro, ha jugado a la hora de darle estabilidad y apoyo en su carrera política.

Como no podía ser de otra forma, se habla del conocido como Bonogate, Bonopoly o Bonoloto, en relación a las denuncias que este periódico ha venido haciendo en los últimos meses sobre el incremento patrimonial del presidente del Congreso, José Bono.

Beaumont comenta que, para rematar la desconfianza del PP sobre la imparcialidad del Fiscal General del Estado en relación a este caso, el hecho de enterarse de sus decisiones por la prensa no hizo sino aumentar esa desconfianza. "María Dolores de Cospedal", señala, "se mostró sorprendida e indignada de que la respuesta del fiscal a sus sucesivos escritos solicitando la apertura de una investigación al presidente del Congreso llegase a la sede de Génova dos días después de que se hubieran enterado de su opinión por una filtración a La Vanguardia".

Pero quizás lo más sorprendente de lo que hoy se adelanta en La Gaceta sobre esta biografía de Cospedal es lo relativo al papel jugado por López del Hierro, al que Bono acusa directamente de las filtraciones a la prensa sobre su patrimonio, y sobre el posible papel que el líder de las Nuevas Generaciones del PP, Nacho Uriarte, ha jugado como "garganta profunda que adelantaba al presidente del Congreso los pasos en su contra", según sospechan sus propios compañeros de formación.

Según cuenta M. Beaumont fue Nacho Uriarte el que propiciaría un encuentro entre Bono y Esteban González Pons, en el que el primero trataría de convencer al vicesecretario general de Comunicación de los populares de que dejasen la persecución contra su persona.

En esa conversación Bono le expresó "su convencimiento de que ni más ni menos Ignacio López del Hierro, marido de María Dolores de Cospedal, era la mano que tiraba las piedras de las filtraciones a la prensa contra su tejado".

A cambio de que el PP dejase de "apuñalarle en la plaza pública" y se enterrase "su abultado patrimonio bajo hormigón" el presidente del Congreso le ofreció un trato a González Pons: no esgrimiría "sus sospechas sobre López del Hierro" y, además, "renunciaría a hacer campaña para José María Barreda en las elecciones autonómicas en Castilla-La Mancha".

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