L D (EFE)
Según el arquitecto jefe del Departamento de Protección a la Edificación del Ayuntamiento de Madrid, Fernando Macías, la obra carecía de licencia, "lo que tenían es una orden de obligado cumplimiento para reparar los daños y en realidad estaban haciendo una obra mucho mayor de lo que tenían autorizado".
El accidente ocurrió en torno a las ocho y media de la mañana cuando tres trabajadores de origen ecuatoriano pertenecientes a la empresa Ecuobras -Fausto Castillo, de unos 30 años, que murió; Angel Arujos, de 30, que quedó atrapado por las piernas y fue evacuado por el Samur al Hospital Ramón y Cajal, y un compañero de ambos de 25 años, que resultó ileso-, efectuaban tareas de cimentación en el sótano del inmueble, un edificio de dos plantas construido en 1889.
El derrumbe se produjo cuando el fallecido estaba perfilando una zapata de un metro por un metro de superficie para colocar un pilar que debía sostener el forjado del techo del sótano, excavado unos tres metros con ayuda de una pequeña máquina retropala. Tras la caída del muro medianero entre los inmuebles de los números 13 y 11 de la citada calle, el obrero que resultó ileso -aunque tuvo que ser atendido por psicólogos del Samur, igual que su mujer, prima del fallecido, que se desplazó más tarde hasta el lugar-, alertó a los servicios de emergencia de dónde se encontraban sus compañeros e incluso ayudó en las tareas de desescombro. Los Bomberos tuvieron que realizar el rescate del herido y, después, del fallecido de forma manual, ante el riesgo de que el edificio se viniera abajo, explicó el director de Servicios del cuerpo, Pedro Gallardo.
El arquitecto jefe del Departamento municipal de Protección a la Edificación explicó a los periodistas que los propietarios del edificio presentaron al Ayuntamiento hace dos años, cuando en el inmueble había "okupas", un reportaje fotográfico en el que se observaban "pequeños hundimientos internos", con el consiguiente riesgo para sus habitantes. "Es una zona, la de la calle de Castelar, con protección especial. Se trata de edificios de 1889 en los que no se puede hacer ninguna obra que modifique ni la estructura ni la fachada", dijo Macías, que indicó que el inmueble en el que se produjo el derrumbe "lo van a tener que tirar y posiblemente también el de al lado, porque le falta la medianería".
Por su parte, el concejal de Urbanismo, Pío García Escudero, informó de que el Ayuntamiento procedió a una inspección técnica de esta vivienda porque presentaba unas deficiencias, que no quiso detallar, tras lo que se aprobó una orden de ejecución que autorizó la reparación de los desperfectos.
El responsable de Salud Laboral de Construcción de CC.OO. de Madrid, Víctor García, calificó el hundimiento de, al menos, "una negligencia muy contundente". "No voy a entrar en que ha sido un asesinato", declaró García tras visitar el inmueble, pero llevar a cabo una obra en esas condiciones, dijo, "lo mínimo que puede pasar es que se caiga la vivienda".
El secretario general de CC.OO. de Madrid, Javier López, que señaló que, con el de este jueves, son ya 64 los trabajadores muertos en la Comunidad de Madrid en lo que va de año, solicitó una inmediata reunión del Plan Director de Prevención de Riesgos Laborales con el fin de analizar la situación y poner remedio lo antes posible.
El accidente ocurrió en torno a las ocho y media de la mañana cuando tres trabajadores de origen ecuatoriano pertenecientes a la empresa Ecuobras -Fausto Castillo, de unos 30 años, que murió; Angel Arujos, de 30, que quedó atrapado por las piernas y fue evacuado por el Samur al Hospital Ramón y Cajal, y un compañero de ambos de 25 años, que resultó ileso-, efectuaban tareas de cimentación en el sótano del inmueble, un edificio de dos plantas construido en 1889.
El derrumbe se produjo cuando el fallecido estaba perfilando una zapata de un metro por un metro de superficie para colocar un pilar que debía sostener el forjado del techo del sótano, excavado unos tres metros con ayuda de una pequeña máquina retropala. Tras la caída del muro medianero entre los inmuebles de los números 13 y 11 de la citada calle, el obrero que resultó ileso -aunque tuvo que ser atendido por psicólogos del Samur, igual que su mujer, prima del fallecido, que se desplazó más tarde hasta el lugar-, alertó a los servicios de emergencia de dónde se encontraban sus compañeros e incluso ayudó en las tareas de desescombro. Los Bomberos tuvieron que realizar el rescate del herido y, después, del fallecido de forma manual, ante el riesgo de que el edificio se viniera abajo, explicó el director de Servicios del cuerpo, Pedro Gallardo.
El arquitecto jefe del Departamento municipal de Protección a la Edificación explicó a los periodistas que los propietarios del edificio presentaron al Ayuntamiento hace dos años, cuando en el inmueble había "okupas", un reportaje fotográfico en el que se observaban "pequeños hundimientos internos", con el consiguiente riesgo para sus habitantes. "Es una zona, la de la calle de Castelar, con protección especial. Se trata de edificios de 1889 en los que no se puede hacer ninguna obra que modifique ni la estructura ni la fachada", dijo Macías, que indicó que el inmueble en el que se produjo el derrumbe "lo van a tener que tirar y posiblemente también el de al lado, porque le falta la medianería".
Por su parte, el concejal de Urbanismo, Pío García Escudero, informó de que el Ayuntamiento procedió a una inspección técnica de esta vivienda porque presentaba unas deficiencias, que no quiso detallar, tras lo que se aprobó una orden de ejecución que autorizó la reparación de los desperfectos.
El responsable de Salud Laboral de Construcción de CC.OO. de Madrid, Víctor García, calificó el hundimiento de, al menos, "una negligencia muy contundente". "No voy a entrar en que ha sido un asesinato", declaró García tras visitar el inmueble, pero llevar a cabo una obra en esas condiciones, dijo, "lo mínimo que puede pasar es que se caiga la vivienda".
El secretario general de CC.OO. de Madrid, Javier López, que señaló que, con el de este jueves, son ya 64 los trabajadores muertos en la Comunidad de Madrid en lo que va de año, solicitó una inmediata reunión del Plan Director de Prevención de Riesgos Laborales con el fin de analizar la situación y poner remedio lo antes posible.