L D (EFE)
Fuentes policiales indicaron que el hijo de la víctima echa de menos algunas joyas del domicilio, aunque tampoco tiene la seguridad total de que la presunta autora de la muerte de la anciana las pudiera haber robado, ya que su madre las cambiaba de sitio de vez en cuando.
Una de las hipótesis que barajan los investigadores es que la anciana, María Iribarren Gallues, fuera víctima de un robo en el domicilio por parte de una mujer que se hacía pasar por una vendedora de "ropa barata" y que, según la descripción facilitada por una vecina que se cruzó con ella en el portal, "era morena, de aspecto agitanado y mal vestida". No obstante, las citadas fuentes señalaron que posiblemente la intención de la presunta autora de la muerte de la anciana no era la de acabar con su vida, sino amordazarla para que no gritara y poder así robar en el interior de la vivienda.
Los hechos ocurrieron hacia las dos de la tarde en el sexto B del número 71 de la calle de Ayala de la capital y fue su hijo el que, al regresar de dar un paseo con su esposa e hija, la encontró tendida en el suelo de una habitación, "amordazada con el delantal de una muñeca y maniatada con una camisa", según fuentes policiales. Los facultativos que se desplazaron al lugar sólo pudieron certificar el óbito y constatar que la mujer "no presentaba signos externos de violencia".
Una de las hipótesis que barajan los investigadores es que la anciana, María Iribarren Gallues, fuera víctima de un robo en el domicilio por parte de una mujer que se hacía pasar por una vendedora de "ropa barata" y que, según la descripción facilitada por una vecina que se cruzó con ella en el portal, "era morena, de aspecto agitanado y mal vestida". No obstante, las citadas fuentes señalaron que posiblemente la intención de la presunta autora de la muerte de la anciana no era la de acabar con su vida, sino amordazarla para que no gritara y poder así robar en el interior de la vivienda.
Los hechos ocurrieron hacia las dos de la tarde en el sexto B del número 71 de la calle de Ayala de la capital y fue su hijo el que, al regresar de dar un paseo con su esposa e hija, la encontró tendida en el suelo de una habitación, "amordazada con el delantal de una muñeca y maniatada con una camisa", según fuentes policiales. Los facultativos que se desplazaron al lugar sólo pudieron certificar el óbito y constatar que la mujer "no presentaba signos externos de violencia".
