L D (EFE)
En la semana del 21 al 27 de julio se han producido en Madrid cinco muertes violentas, todas ellas de ciudadanos extranjeros. El primer suceso tuvo lugar el miércoles cuando fallecían un albanés apuñalado en la plaza del Marqués de Vadillo y un rumano con un tiro en la sien en su vivienda de la calle Infanta Mercedes. Al día siguiente el dominicano Félix Manuel G.G. moría a manos de su esposa, que le apuñaló tras una discusión conyugal. El viernes, el boliviano Raúl Enrique León recibía tres disparos cuando trabajaba en una obra. Finalmente en Fuenlabrada resultaba herido de muerte un joven marroquí tras una discusión callejera.
Más de la mitad de las personas fallecidas, en concreto 38, eran de origen extranjero (seis colombianos, seis magrebíes, cinco ecuatorianas, cinco rumanas, dos búlgaras, dos francesas, una salvadoreña, una venezolana, una mauritana, una china, una griega, una argentina, dos dominicanas, dos albanesas, una peruana y una boliviana).
Quince de las víctimas eran mujeres y entre ellas se encuentra la más joven -una niña de siete años que fue presuntamente asesinada por su padre en la localidad de Arroyomolinos- y una anciana de 97 años, cuyo asesinato se atribuye a una mujer, ya detenida, que asaltaba casas de mujeres mayores para robar y que supuestamente mató a otra mujer.
Al menos 29 de las personas fallecidas de forma violenta fueron apuñaladas o degolladas y 24 por disparos, mientras que doce perecieron a golpes y el resto por otras causas.
Este notable incremento de los asesinatos en la región puede desembocar, según el secretario de Organización del Sindicato Unificado de Policía (SUP), José María Benito, en un "récord", pues, a su juicio, "si seguimos a este ritmo doblaremos la cifra del año pasado". Benito dijo que la solución del problema "no es estrictamente policial" y no se resuelve con el cambio del jefe superior de Policía, "como ha quedado demostrado", sino que se trata de "un problema también jurídico y de legislación sobre la entrada y estancia de extranjeros en España".
Por su parte, el secretario general del Sindicato Profesional de Policía Uniformada (SPPU), Lorenzo Nebrera, consideró que es "prácticamente imposible" reducir este tipo de delitos y recordó que un alto porcentaje de los asesinatos son cometidos por extranjeros por ajustes de cuentas.
Más de la mitad de las personas fallecidas, en concreto 38, eran de origen extranjero (seis colombianos, seis magrebíes, cinco ecuatorianas, cinco rumanas, dos búlgaras, dos francesas, una salvadoreña, una venezolana, una mauritana, una china, una griega, una argentina, dos dominicanas, dos albanesas, una peruana y una boliviana).
Quince de las víctimas eran mujeres y entre ellas se encuentra la más joven -una niña de siete años que fue presuntamente asesinada por su padre en la localidad de Arroyomolinos- y una anciana de 97 años, cuyo asesinato se atribuye a una mujer, ya detenida, que asaltaba casas de mujeres mayores para robar y que supuestamente mató a otra mujer.
Al menos 29 de las personas fallecidas de forma violenta fueron apuñaladas o degolladas y 24 por disparos, mientras que doce perecieron a golpes y el resto por otras causas.
Este notable incremento de los asesinatos en la región puede desembocar, según el secretario de Organización del Sindicato Unificado de Policía (SUP), José María Benito, en un "récord", pues, a su juicio, "si seguimos a este ritmo doblaremos la cifra del año pasado". Benito dijo que la solución del problema "no es estrictamente policial" y no se resuelve con el cambio del jefe superior de Policía, "como ha quedado demostrado", sino que se trata de "un problema también jurídico y de legislación sobre la entrada y estancia de extranjeros en España".
Por su parte, el secretario general del Sindicato Profesional de Policía Uniformada (SPPU), Lorenzo Nebrera, consideró que es "prácticamente imposible" reducir este tipo de delitos y recordó que un alto porcentaje de los asesinatos son cometidos por extranjeros por ajustes de cuentas.
