Los familiares de Belén Cortés Flor, la educadora social —de 35 años y natural de Castuera—que fue asesinada el pasado domingo en una vivienda de cumplimiento de medidas judiciales en el ámbito educativo de la urbanización Guadiana de Badajoz, han emitido un comunicado con un doble objetivo. En primer lugar, para pedir que "no haya juicios paralelos ni especulaciones que entorpezcan la labor de la Justicia".
"Hay que dejar que los profesionales, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y las instituciones competentes, hagan su trabajo", indican, "con la serenidad y el rigor que este caso merece". El de un crimen por el que han sido detenidos tres menores, de entre 14 y 17 años, que —según informa el Periódico de Extremadura— "se culpan unos a otros" del asesinato.
De momento, los investigadores sólo tienen claro que uno de ellos —la chica, que es la mayor de los tres detenidos— tuvo un nivel de intervención menor en los hechos. No obstante, todo parece apuntar a que habría participado más de una persona. La víctima recibió una brutal paliza y fue asfixiada con un cinturón de rafia que fue encontrado en la escena del crimen.
La declaración del cuarto residente del piso tutelado —que fue testigo de los hechos y dio la voz de alarma— será clave para la resolución del caso. "Sólo a través de la verdad y el debido proceso se logrará justicia", señala en el mencionado comunicado el portavoz de la familia de Belén, el abogado Raúl Montaño.
"La indignación en acción"
Al mismo tiempo, el letrado deja caer que el crimen de Belén se podía haber evitado y se deben poner medios suficientes para que no vuelva a ocurrir. "Hoy no solo hablamos en su nombre, sino en el de todas aquellas personas que, como ella, han sido víctimas de circunstancias que no deberían repetirse".
"No se puede permitir que el dolor de su familia y allegados sea en vano", añade. "Debemos transformar la indignación en acción, el luto en conciencia y la tragedia en prevención", sentencia. Ese es "el mayor homenaje que se le puede rendir". "Su nombre seguirá vivo como un símbolo de lo que no debe volver a ocurrir", reclama, "que su memoria sea la semilla de un cambio real".