
Un hombre de 81 años fue detenido en San José de la Rinconada (Sevilla) como presunto autor de un intento de asesinato contra su inquilino, un joven de 31 años, al que disparó en la cabeza tras una disputa por el impago de dos mensualidades de alquiler. La víctima, que logró sobrevivir al ataque, ha relatado lo ocurrido en una entrevista concedida a Diario de Sevilla.
El intento de homicidio se produjo el pasado 24 de febrero en la calle Virgen de los Dolores, sobre las 18:40. Según ha informado la Guardia Civil a EFE, el casero fue detenido tras el ataque, aunque el juez decretó posteriormente su puesta en libertad provisional.
El joven explicó al citado medio que atravesaba una situación económica complicada tras quedarse sin empleo. "Semanas antes de que me pegara el tiro habíamos tenido una discusión. Le pedí un margen de tiempo para pagar el alquiler y, si no, yo me iba de allí", relató.
El casero iba siempre armado
El anciano, conocido en el municipio por haber sido enterrador durante años, solía presumir de portar un arma. "Este hombre siempre va armado, iba presumiendo en los bares de que tenía una pistola pequeñita", contó el joven. Llegó incluso a sospechar que podía estar planeando atacarle: "Lo noté muy raro en el desván. Me llevé la impresión de que se iba a llevar la mano a la pistola".
El día del ataque, bajó a las oficinas que el casero tenía en los bajos del edificio para pedirle prestado el teléfono y llamar a su madre. Una vez dentro de una pequeña sala, recibió el disparo por la espalda. "Sentí un zumbido muy fuerte en la cabeza, mucho frío y un porrazo en la espalda. Él venía a darme un segundo tiro. Tuve la suerte de que le agarré la mano con la pistola y forcejeamos. Le quité el arma y salí corriendo".
Con una bala en la cabeza recorrió 380 metros
Herido de gravedad, con la bala alojada en el cráneo, logró llegar por sus propios medios al centro de salud más cercano, situado a 380 metros del lugar de los hechos. "Iba haciendo zigzag, chocando con los coches, no tenía fuerzas", recuerda. Fue atendido de urgencia y trasladado al Hospital Virgen Macarena, donde los cirujanos lograron extraer el proyectil. Posteriormente fue intervenido de nuevo en el Hospital Virgen del Rocío. "Era una bala pequeña, pero me partió el cráneo y quedó alojada en el músculo occipital".
Secuelas físicas y psicológicas
La víctima ha mostrado su indignación por la decisión judicial de dejar al agresor en libertad provisional. "No sé cómo alguien que le pega un tiro a otra persona está libre. Lo más coherente sería que estuviera en prisión a la espera de juicio", señaló. Teme que el anciano pueda volver a intentar hacerle daño.
El joven pidió el alta voluntaria del hospital para sacar a su perro de la vivienda, por miedo a que el casero pudiera hacerle daño. "Tenía mucho miedo de que pudiera hacerle algo al animal", explicó. A día de hoy sufre dolores de cabeza constantes, sensibilidad extrema en la zona afectada y un gran impacto psicológico. "Me siento como si hubiera vuelto a nacer. Cada vez que me levanto me digo a mí mismo que estoy ante otro día que me ha brindado la vida. Es increíble, pero cierto. Mi casero me pegó un tiro en la cabeza y estoy vivo".

