
A la espera de ver en qué se traduce la batalla emprendida por Rosa Peral contra Netflix por la emisión de la serie El cuerpo en llamas, el conocido como crimen de la Guardia Urbana podría dar un vuelco de 180 grados. La acusada de asesinar a su marido junto a Albert López acaba de recurrir su condena, apelando a la supuesta confesión de su amante, que, sin embargo, durante el juicio, la culpó a ella en todo momento.
"La confesión del coimputado constituye un elemento probatorio nuevo y determinante que, de haber sido conocido en su integridad en la fase procesal oportuna, podría haber permitido la absolución o la imposición de una pena menos grave", alega el escrito que su abogada ha presentado ante el Tribunal Supremo.
La letrada Nuria González —que recuerda que su clienta jamás ha reconocido la autoría del crimen— apela así a la noticia publicada por El Periódico de Cataluña el 16 de abril de 2024, en la que este diario aseguraba que López había admitido su culpa ante la Junta de Tratamiento de la prisión donde cumple condena y exige, por tanto, acceder a dicha confesión.
"Esto lo cambia todo. Para empezar, porque él, al asumir su culpabilidad, está reconociendo que toda su defensa es una mentira. Pero es que, además, su defensa ha sido utilizada para acusar a Rosa", advertía ya entonces la abogada en declaraciones a Libertad Digital, donde insistía en que, si reconocía su autoría, ya podía explicar "algo que no se ha explicado hasta ahora, que es cómo murió Pedro".
La falta de concreción de la sentencia
En marzo de 2020, un jurado popular consideró probado que Rosa Peral y Albert López "conjuntamente, o al menos uno de ellos con la anuencia y colaboración activa del otro" habían elaborado un macabro plan para acabar con la vida del novio de ella, Pedro Rodríguez, cuyo cadáver había aparecido calcinado en mayo de 2017 en un coche abandonado en el pantano de Foix.
La Audiencia Provincial primero y el Tribunal Supremo después ratificarían el veredicto, condenándolos a 25 y 20 años de prisión respectivamente, pero dejando grandes incógnitas en el relato de lo sucedido. Y es a eso, precisamente, a lo que ahora se aferra la defensa de Rosa Peral. "Hay una absoluta falta de concreción que, a la vista de los hechos relatados y reconocidos en la confesión del otro condenado puede ser relevante para, tal vez, revisar la Sentencia", alega el recurso al que ha tenido acceso Libertad Digital.
Durante el juicio, se llegaron a poner sobre la mesa diferentes teorías. Entre ellas, que se le hubiera drogado primero y que después se le hubiera golpeado con un objeto contundente o se le hubiera disparado, ya que entre los escombros se encontró un objeto metálico que podría corresponderse con una bala. Después, la exmujer de Pedro reveló que podría tratarse de un llavero con forma de bala que ambos habían regalado a los invitados el día su boda. Los peritos llegaron a partir en dos uno de los ejemplares facilitado por esta, y reconocieron que, al tratarse de una bala blindada con núcleo de plomo, podría ser perfectamente "compatible" con el hallazgo de la Policía, por lo que la sentencia elude la forma en la que Pedro fue asesinado.
Con todo, Rosa Peral busca ahora acceder a la confesión completa de Albert López ante la Junta de Tratamiento para saber qué asume exactamente y en qué puede modificar eso su condena, ya que ella jamás ha admitido haber participado en el crimen. "Al no ser posible determinar en los hechos probados quien de los dos condenados cometió realmente el crimen y que papel tuvieron cada uno de los implicados, la confesión de sr. López nos debe permitir, ahora sí, situar a mi representada de manera cierta en la escena del crimen y concretar su participación de manera concisa en los hechos que se juzgaron por el asesinato de Pedro Rodríguez, concreción que pudiera llevar a una menor pena para mi representada o a su exculpación", alega su abogada.
Rosa nunca ha cambiado su versión
Ya en abril de 2024, nada más conocer la confesión por la prensa, Núria González subrayó en Libertad Digital la trascendencia de dicho movimiento: "Esto puede cambiarlo todo, porque aquí la única que ha mantenido su inocencia desde el principio es ella, y Albert ya es la quinta versión que da".
La firmeza de Rosa Peral es así una de sus principales bazas. "A diferencia de lo que ha hecho Albert, ella jamás ha reconocido que participase en el asesinato de Pedro. Y no lo va a reconocer nunca, porque, según sus propias palabras, no lo ha hecho", insistía la letrada. Si lo hiciera, ella también podría acceder a los beneficios penitenciarios que tanto anhela. Sin embargo, aun sabiendo a lo que se expone, está dispuesta a mantener su versión hasta el final.
"Desde agosto del año pasado, cuando cumplió la cuarta parte de su pena, empezó a pedir permisos y siempre se los han denegado por la única razón de que nunca se ha declarado culpable. Si no lo hace, sabe que no podrá salir de prisión hasta 2042 y, aun así, se mantiene firme —explicaba Nuria González—. Ella reconoce que hizo otras cosas, que encubrió, que estuvo allí y que no hizo lo que tenía que hacer, pero asegura que no mató a Pedro y el hecho de que, a pesar de todo lo mantenga y que Albert haya confesado, es lo que empieza a corroborar su versión".


