
Un tribunal indio ha condenado a cadena perpetua a Ashu y Ronnie Massey, acusados del asesinato de Neelam Sharma en febrero de 2014. La víctima fue hallada muerta en su vivienda de Agra junto al perro de la familia, ambos con heridas de arma blanca. El domicilio había sido saqueado. Faltaban dinero, joyas y un teléfono móvil.
Su marido, Vijay Sharma, y sus hijos se encontraban en una boda el día del crimen. Según relató él mismo, al regresar a casa encontró la puerta cerrada, tal y como la había dejado. Al entrar, encontró los cuerpos y dio aviso a la policía.
Durante los primeros días se realizaron varias detenciones, pero ninguna resultó concluyente. La investigación dio un giro a raíz del comportamiento del loro de la familia, Hira. El ave permaneció en silencio varios días tras el crimen. Posteriormente, cuando Vijay comenzó a pronunciar nombres de conocidos en voz alta, el loro reaccionó al oír el de Ashu. Repitió el nombre en varias ocasiones. La familia informó de esta reacción a las autoridades.
La víctima facilitó la entrada
Ashu, sobrino de la víctima, fue interrogado por la policía. Terminó confesando el crimen. Declaró que había actuado junto a Ronnie Massey. Ambos accedieron a la vivienda sin forzar la cerradura. La policía concluyó que la víctima les abrió la puerta.
En el registro del domicilio de Ashu se halló el arma homicida —un cuchillo con restos de sangre— y parte de las joyas robadas. También presentaba una herida en la mano. Dio varias versiones sobre su origen: primero dijo que lo había mordido una vaca, después que se había caído de la moto. Los investigadores concluyeron que se trataba de un mordisco del perro de la familia, que intentó defender a su dueña.
Otro elemento clave fue la localización del teléfono móvil robado. Ashu lo encendió días después del crimen. Esto permitió rastrear su ubicación.
El loro eclipsó la investigación
Nueve años después del asesinato, el tribunal dictó sentencia. Ambos acusados fueron condenados a prisión perpetua y a una multa de 72.000 rupias.
El caso generó atención mediática por el supuesto papel del loro en la investigación. La policía restó importancia a este elemento. "Fue un proceso largo y complicado, y logramos detener a los acusados cuatro días después del crimen", declaró el oficial Shalabh Mathur. Añadió que el rastreo del móvil fue determinante.
El propietario del loro también quitó peso a la reacción del ave. "En realidad, nosotros nunca informamos a la policía sobre su reacción. Solo fue una confirmación para nosotros, nada más", declaró Vijay Sharma. "Pero en la rueda de prensa mencioné su nombre y, como los periodistas necesitan algo llamativo, la historia del loro se hizo enorme. Se extendió como la pólvora".


